Buscar este blog

lunes, 15 de abril de 2024

Poema SE ME PONE EL ALMA en la voz de Paco Llorca. 32º aniversario de su muerte

 

Paco Llorca, en su casa de Benidorm


El próximo día 19 de abril es el 32º aniversario de la muerte de Paco Llorca, actor y rapsoda, que se dio por alimento a Benidorm en forma de arte y cultura.

En el enlace que dejo a continuación podemos oír su voz recitando SE ME PONE EL ALMA, poema que yo le dediqué en el año 1984.
Querido Paco: ya ves que después de 32 años nos seguimos acordando de ti. Y te enviamos un fuerte abrazo.

Recitado por Paco Llorca

https://docs.google.com/file/d/0B9MKIEZW3PP4emgtMHo4cWFPLXM/edit?usp=sharing

 

 

Se me pone el alma…

            A Paco Llorca

Se me pone el alma
solitaria y triste,
descreída y vieja,
porque nadie admira,
porque nadie escucha,
porque nadie sueña.

 

Porque nadie sabe

mantener el fuego

con aquella leña

que nos dio calores

que nos dio esperanzas

que nos dio creencias.

Y la vida pasa

como pasa el hombre

que no tiene señas:

sin dejar constancia,

sin hacer ovillo,

sin hacer madeja.

Sin dejar tampoco,

como deja el aire,

como el agua deja,

una marca honda,

una huella firme,

una firma cierta.

Pues si fuimos fuentes

con el agua limpia,

con el agua fresca,

ahora somos pozos

con el agua turbia,

con el agua negra.

Ojalá los hombres,

ojalá las cosas,

ojalá las bestias,

me trajeran sueños

de la Edad de Bronce,

de la Edad de Piedra.

Donde hubiera arraigo,

donde hubiera calma,

donde el tiempo fuera

el reloj callado

de las grandes horas,

de las horas muertas.

Pero nadie sabe

de ese pauso sueño

que nos da paciencia,

porque todo urge,

porque todo empuja,

porque todo aprieta.

Y el aprieto agobia

y el agobio mata

y la muerte entierra

los amores hondos,

los quereres dulces,

las sonrisas tiernas.

Pues las ansias mueren

y las glorias pasan

y las prisas dejan

a los hombres solos,

entre sueños vanos

y palabras hueras.

Que los pies se cansan

y los cuerpos sufren

y las almas quedan

como el alma mía,

solitaria y triste,

descreída y vieja.

Del libro Vientos de soledad (1984)

Mariano Estrada

 

domingo, 7 de abril de 2024

Presentación del libro AL DICTADO DEL ÁNIMO en Villajoyosa

 

Portada de Lalo F. Mayo 
 
El jueves 25 de abril, en colaboración con la Seu Universitària de la Vila Joiosa, tendrá lugar la presentación de mi último libro publicado, cuyo título es AL DICTADO DEL ÁNIMO.

Hora
A las 7 de la tarde

Lugar:
Sala A de Vilamuseu, carrer Colón 57 de la Vila Joyosa

Participan:
Elena Romero Sánchez, licenciada en Arquitectura, escritora y profesora. que presentará el libro.
Miguel Escrig Negrete, comunicador y rapsoda, que abrirá el acto y leerá algunos poemas.

Dejo aquí el poema LA GUERRA, que es el que da origen a la portada.

La guerra

Quiero pensar en cosas
que me saquen de la burbuja
en la que, inexcusablemente,
me ha metido la guerra.

Pero es inútil. Nadie
puede salir de este avispero
habitado por hombres
de pasiones estimuladas,
y voluntades asesinas.

En este trance odioso
y sanguinario,
nadie puede escapar
del agujero de la muerte.

Tal es el odio acumulado
en el corazón de la humanidad,
que una pequeña chispa
de nerviosismo
nos mete de cabeza en el infierno.

Todas las guerras nos humillan
y nos empequeñecen.
Algunas nos recuerdan
lo poco que necesitamos
para matar.


Mariano Estrada
Al dictado del ánimo, diciembre de 2023

viernes, 1 de marzo de 2024

El abuelo, el nieto y el cura

 

Tomada de internet sin ánimo de lucro


 El abuelo, el nieto y el cura

Queridos amigos:

Gracias a la atracción en la que me tenía envuelto de niño, mi abuelo siempre ha sido para mí un motivo de inspiración literaria. De hecho, creo que la primera vez que cogí en serio una pluma fue para escribir un cuento en el que se reflejaran ciertos aspectos de su vida que me resultaban especialmente atrayentes.
Después imaginé un poema sobre su muerte que quedó recogido en el libro “Tierra conmovida”. Dejo aquí unos párrafos del cuento para facilitar, si cabe, la comprensión del poema.


Fragmentos preliminares de “El abuelo”

Mi abuelo, además de una cara simpática, tenía un mueble de rinconera para guardar sus secretos. Su cuarto era grande, sobrio, misterioso… Aquella manta casera que cubría la cama, el escapulario que siempre pendía del enorme cabezal, el crucifijo colgado de la pared, las contraventanas de roble entornadas, el suelo recubierto de irregulares maderas, la mesita de noche, la misteriosa mesita de noche donde mi abuelo colocaba la vela o el farol o el viejo candil de aceite para leer… También recuerdo aquel arca, aquella madera de generaciones, fantasmal, grande, aquel baúl pesado del que yo siempre esperaba que salieran los muertos…

Sí, su cuarto era el recinto de las almas en pena, la magia que envuelve los misterios de la noche, la caja de las ánimas… Y aquel viejo mueble de rinconera, aquella dependencia mágica donde guardaba sus libros ¡Ay! Las coberturas negras de sus libros, la enlutada encuadernación de tanto misterio. Ese era el límite de mi curiosidad. Allí me plantaba yo, atraído y repulsado por lo posible-imposible. Allí había un letrero que decía: no pases, con letras encantadas, temblorosas. Allí empezaba el mundo de los espíritus, de las fuerzas invisibles, de los poderes ocultos. Allí fundaba yo la existencia de los milagros… la concepción de la carne por medio de las ventosas, la espantada del dolor mediante las friegas, la predicción del futuro de los recién nacidos en función de la menudencia de los estornudos…

Allí estaban los demonios, las brujas, las reuniones secretas, las presencias invisibles, la explicación de los remolinos de viento… Allí estaba el poder de la secta, los espiritistas que lo envolvieron durante sus años en Cuba, los espiritistas de los que huyó cuando se vino a su patria, de los que no pudo huir, ya nunca, ni siquiera con la ayuda de Dios en la solemnidad de las misas concelebradas de las fiestas. Cruces y demonios, fantasmas y ritos, cabras y corderos. Magia, magia… Comunión con la muerte, conversaciones con las almas de los desaparecidos. Tormentos de la imaginación, persecuciones, cantos y liturgias, engendramientos de invisibles demonios: “Esa alma que llevas en el vientre será la perdición de la casa. La engendró Satanás”. Y también santos remedios para la curación de los males: derramamientos de ceras, invocaciones a los espíritus, quema de estopas, responsos, viáticos caseros, imprecaciones y exorcismos: “Ah, Satán, yo te arrojo al averno de las ceras hirvientes, yo te arrojo del alma de las criaturas inocentes” “Ah, Satán, cébate en la sangre de esta cabra que para ti sacrifico. Huye de esta casa donde se adora a Dios, tu Señor”…

Mi abuelo era alegre como el rabo de las lagartijas, pero también era triste como los ojos de un perro. Viajaba de las alturas de Dios a las profundidades del Demonio. Estaba en comunicación directa con los espíritus malignos, los hijos de Satán, pero también se sentía atraído por el poderoso imán de los ángeles. Iba a la Iglesia de Dios y adoraba a Dios y al Diablo; hasta creo que llegó a confundirlos en una misma persona…

El poema:


El abuelo, el nieto y el cura

Tomó con prisa la calle
y fue a la casa del cura:

-Señor, se muere el abuelo
y está en pecado, sin duda.
Sin duda tiene el demonio
y a usted le pete la cura.

-¿Es él quien manda el recado?
-Es cuenta mía, no suya.
-Y el curandero, ¿qué dice?
-Ya le ha mandado una purga.
-¿Se la ha tomado?
-Parece.
-¿Y no hay mejora?
-Ninguna
-Es yerba mala, tu abuelo.
-Señor, la trajo de Cuba.

Miró a la cara del mozo
Por ver si hablaba de chunga:

-Yo me refiero a la casta,
y digo sólo que es dura.
La yerba mala no muere.
-Tampoco mueren las pulgas.
-¿Se ha arrepentido siquiera?
-¡Quién sabe!
-¿No lo aseguras?
-No sé las cuentas que lleva,
la habitación está a oscuras.
-¿Y no se le oyen los rezos?
-Las quejas.
-¿Y pide ayuda?
-Ayuda, ayuda, sí pide;
pero es al diablo, no al cura.
Demonios es lo que tiene,
que, enfermedades, ninguna.

Salió por fin a la calle
como un guerrero a la lucha.
Sus armas, contra el demonio,
hisopo, incienso y casulla.

-¡Que Dios me ampare, muchacho!
-¡Amén, Señor, Aleluya!

Mariano Estrada. Del libro Tierra conmovida (1986)

martes, 13 de febrero de 2024

Aún tengo el amor

 

Rosa y Mariano

 Aún tengo el amor

Yo tengo en el recuerdo la pureza
del verso, de la rosa, del rocío;
yo puedo regresar al mismo río,
tener en el hogar la misma pieza.

Yo tengo en un rincón de la cabeza
el fuego del amor, que fue tan mío;
el beso, la pasión, el desvarío,
los pasos que se dan con ligereza.

Yo tengo un corazón en la corteza,
un vuelco en la razón hacia el vacío
del tiempo, que no acaba, que no empieza.

Yo tengo en el recuerdo la certeza
del sol, de los calores del estío,
del rojo de la sangre y la cereza.

Mariano Estrada
Del libro “El Cielo se hizo de amor (1986)

domingo, 7 de enero de 2024

Lírica, para empezar bien el año

 

M. Estrada en la presentación de su último libro
Huellas de Admiración (2022)
 

Lírica

Para empezar bien el año

 

        A pesar de que corren malos tiempos para ella, como dijo en su día Bertolt Brecht, la lírica es una declarada superviviente. Y, con más o menos fuerza, nos trascenderá a los que ahora estamos vivos y vivirá por encima de las generaciones y de los tiempos. Es parte sustancial de la vida y está en todas las manifestaciones de los hombres y de la Naturaleza. No hay nada ni nadie que la pueda aniquilar y, mientras haya vida en el mundo, ella no puede morir. Así ha sido desde que el hombre tiene memoria y así seguirá siendo hasta que la pierda, cosa que nunca ocurrirá. La lírica es tan necesaria para el mundo como la polinización de las abejas o los cantos de los pájaros.

 

Mariano Estrada

Foto de Vicente Ibáñez Orts