EL BÁLSAMO POÉTICO DE MARIANO ESTRADA
Por Mariano Sánchez Soler (*)
Para
conmemorar El Día del Libro (23 de abril), Mariano Estrada nos hizo un regalo,
un recital de su poesía preparado “con ilusión y con esmero”, según sus
propias palabras, del que pudimos disfrutar en el salón de actos de la Llar del
Pensionista, en la Vila joiosa. Su último recital lo había realizado en este
mismo lugar en octubre de 2022, pero entonces se trataba de la presentación de su
último libro. En el encuentro del pasado 21 de abril, Estrada nos acercaba a
toda su producción poética bajo el título: “Una antología de la obra de
Mariano Estrada”, recitada por Esther Abellán y Miguel Escrig, acompañados
por el músico Arsenio Perona con piezas de piano y acordeón. Una delicia que
nos ha mostrado el alma del autor, sus temas, su poética, su visión de la vida.
Su
intención era ofrecernos “el bálsamo de la poesía”. Y así fue.
En la
presentación del acto, allí donde suelen brillar los agradecimientos
protocolarios, Estrada nos dijo: “¿Y cómo se deja de escribir? ¿Cómo se deja
de comer? ¿Cómo se deja de andar o de respirar? ¿Es ello posible?”. Después
añadió: “¿Por qué escribes, Mariano?, me preguntó un día una persona sin
dobleces. Y no es que esta persona esperara de mi respuesta una razón poderosa
que me empujara a escribir, es que no entendía que pudiera haber una razón para
hacerlo: te quita tiempo, no te da dinero y hasta te puede volver un bicho raro
ante tus semejantes…”.
En el
terreno poético la respuesta a tal pregunta no resulta sencilla. Como dijo el
autor: “No es fácil entender que alguien dedique su vida a algo que,
aparentemente, no tiene ningún beneficio material. Es obvio que los beneficios,
que los hay, y muchos, deben ser de otra índole. Pero ¿cuáles son? ¿Cuáles son
esos beneficios?”.
De
alguna manera, para muchos de nosotros el recital que nos regaló Mariano
Estrada responde a esta cuestión. “Los poemas son míos -afirmó-, pero
ellos (Abellán, Escrig y Perona) son los que van a darles vida con su
voz, con su alma, con su música. Y os puedo asegurar que lo que van a hacer hoy
aquí entra de lleno en los territorios del arte, que es tanto como decir los
territorios de lo sagrado. Saben entrar en la intimidad del autor, apropiarse
de sus sentimientos y exponerlos descarnadamente”.
Para
la ocasión se seleccionaron poemas contenidos en libros escritos desde 1984,
pero ofrecidos de manera temática, sin orden cronológico, extraídos de sus
poemarios: Gotas de hielo (2011), Tierra conmovida (1987), Las
orillas del mar (2013), El cielo se hizo de amor (1986), Trozos
de cazuela compartida (1991), Mitad de amor, dos cuatros de querencias (1984),
Poemas huérfanos (2016), Vientos de soledad (1984), Poecanciones
de amor (2013), Desde la flor del almendro (1995), Amores
colaterales (2006) y Azumbres de la noche (1993).
A dos
voces, recitando algunos poemas incluso a dúo, recorrimos los caminos vitales
de Mariano Estrada, sus temas favoritos, permanentes, en un viaje lírico a
través del amor al mar, la reflexión sobre el ser humano, la sátira, la
añoranza de su tierra natal, la pérdida y el hecho amoroso. “Consciente de
ser hombre, / he mirado el azul / catártico del mar (…) / he sentido la vida”. “Te hablaría del
infierno, si supiera. / Pero yo, constante humo, / me he esparcido en el aire
y… / Ya ves, ya ves… / solo sé hablar de la rosa”.
El
recital de Estrada consigue su objetivo, responde a la pregunta y explica con
sus versos los beneficios de la poesía. Un paso más en el gran objetivo de
nuestro autor: “Hay que devolverle al mundo su dimensión poética”. En la
tarde del 21 de abril, mirando hacia el Día del Libro, consiguió que entráramos
felices en esa dimensión.
(*) Mariano Sánchez Soler, reconocido
escritor, es licenciado en Ciencias de la Información y doctor por la Universidad
de Alicante.
Mariano Sánchez Soler y Mariano Estrada, poco antes de empezar el recital