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sábado, 24 de septiembre de 2022

El Cubano, una foto de Fernando Medrano Rubio

 

El Cubano, fotografía que que adorna un espacio de nuestra casa

 

Fernando Medrano
Una persona admirable que logró hacer de la fotografía el río de su vida.

1.- Dedicatoria en el libro Vientos de soledad

A Fernando Medrano Rubio, a quien debo gratitud y por quien siento admiración como persona y como fotógrafo. A lo largo de los últimos 30 años, él ha embellecido algunos de mis libros y de mis actos con sus hermosas imágenes, él ha endulzado con su arte y su humanidad muchos momentos de mi vida. Un amigo común, el biólogo Joan Piera, le nombró “Poeta de la imagen”. Creo que se quedó corto. Para mí es un poeta sin adjetivos y un caballero de la amistad. Por último, subrayo lo que dije de él en el año 1998, con motivo de una exposición de sus fotografías en Benidorm: “Al igual que con la familia y con los amigos, su relación con la cámara es un acto continuo de fidelidad, término que implica al amor y al respeto”. (25-10-2017)

El Cubano, foto de Fernando Medrano


2.- Explicación de la falla

El día 27 de octubre del año en curso presentaré en Villajoyosa el libro HUELLAS DE ADMIRACIÓN. Fernando Medrano está entre los 65 admirados que componen el libro. Dejo aquí una de sus obras, la que decora un rincón de nuestra casa. Nosotros lo llamamos El Cubano. sin más. Procede de una exposición que hizo sobre Cuba en Benidorm y que luego se convirtió en itinerante.

En la primera fotografía se incluyen los inevitables reflejos que produce la luz, ya que el cuadro está protegido por un cristal. Para hacer la segunda tuve que desmontar el cuadro.

Mariano Estrada, 24-09-2022

jueves, 22 de septiembre de 2022

Yo sigo viendo...

Rosa, 21 de septiembre de 2022


Rosa cumplió 65 años el pasado día 20 de septiembre. Y...


YO SIGO VIENDO...

Yo sigo viendo la fresa
en el color de tus labios,
la rosa abierta en tus ojos
y la amapola en el campo.

Yo sigo viendo la luna
palidecida en el patio,
la noche ardiendo en tu frente
y la cereza en el árbol.

Yo sigo viéndote llena
de corazón y de pálpitos,
granada como la espiga
y en la sazón de los años.

Mariano Estrada
Del libro Poeminos de amor (2013)

martes, 20 de septiembre de 2022

Sesenta y cinco es un número redondo, Rosa… ¡Felicidades!

Sábado, 17 de septiembre de 2022. Celebración del cumple de Rosa y de Martina
 

Sesenta y cinco es un número redondo, Rosa… ¡Felicidades!

El sábado pasado, día 17 de septiembre, celebramos en familia los cumpleaños de Martina y de Rosa. Ellas lo acordaron así. Martina cumplió 10 años el pasado día siete y ya lo había celebrado con sus amiguitos en Alicante.  Y Rosa cumpliría 65 el día 20, es decir hoy.  Es un modo de recibir las felicitaciones por duplicado. Naturalmente, yo he felicitado a Rosa esta mañana. Y ya son dos las felicitaciones. Y ahora voy a dejar aquí una tercera, pero esta quiero que sea escrita y pública. ¿Por qué? Porque 65 años es la frontera de la jubilación, aunque para eso, como sabemos, hay que multiplicar el tiempo trabajado por el Pi minus erre, del que ya habló en su día el poeta Gabriel y Galán.

Ánimo, Rosa, que ya te queda poco. ¡FELICIDADES Y QUE LLUEVA!, que hace mucha falta en las tierras de España, incluidas las de Villajoyosa, donde tan poco llueve.

Rosa y Martina preparándose para soplar las velas

A partir de aquí, la felicitación aludida, que está en clave de amor

Mi sitio * Saber que te gustaba fue subir con el ego a los altares de la satisfacción y la alegría. Pero saber que me amabas fue encontrar mi sitio en el mundo. 

Fortuna * Unos meses después de conocerte, un amigo me dijo que yo había nacido de pie. Se refería a lo afortunado que era al tenerte como novia. No sé lo que diría posteriormente, cuando supo que te casabas conmigo. Lo que sí sé es lo que hubiera dicho yo, de haberme encontrado en su lugar: “muchacho: no solo es que nacieras de pie, es que caíste en los exergos de la Fortuna”.

Primera piedra * Era muy consciente de que la vida estaba toda por hacer, pero hacerla juntos le daba una perspectiva más amplia y más profunda. Habíamos puesto solo la primera piedra, pero aún no imaginábamos hasta qué punto era sólida. Nuestras vidas eran una sola ilusión y latían con un único pulso. Tú hiciste que la luz entrara por mis ojos y no dejara un rincón de mi espíritu sin iluminar.

Admiración * A veces te miro con una ternura que me desborda, otras con un cariño que altera todas mis fibras. Y siempre con una admiración que sale de mis ojos a borbotones. Si no existieras tú, ¿en quién pondría yo la abrumadora carga de los sentimientos?

El paraíso * Me alegran esos ratos de calma, esas interrupciones de la actividad, esos momentos en los que la vida deja de ser un exigente problema y el corazón, el cuerpo  y la cabeza se tumban sobre una hamaca en el entorno verdioscuro de la piscina. Me alegran las gozosas evanescencias que los arácnidos del sueño van tejiendo lentamente en tus ojos. Me alegra ese sosiego íntimo del que emana una profunda serenidad y que solo ocasionalmente interrumpen los cantos de los pájaros. Me alegra ese apagón momentáneo de la conciencia que se traduce después en placidez, en vitalidad, en energía. Y me alegran esos rayos de sol que veo caer sobre tu cuerpo en la plenitud de la tarde y del verano. Mirándote con estos ojos de satisfacción y contemplándote con estos sentimientos de alegría, comprendo muy bien tus repetidas advertencias preliminares: me voy al paraíso, Mariano, espero que me respeten las serpientes.

Mariano Estrada, del libro Rosa entre las rosas: cuarenta años de amor (2014)

Rosa, esta mañana, 20 de septiembre de 2022
 

viernes, 16 de septiembre de 2022

En qué me apoyaré

 


Rosa y Mariano, foto reciente


En qué me apoyaré

¿En qué me apoyaré, mujer,
cuando el olvido prorrumpa en la memoria
y no haya un vendaval
que me alimente la brasa?

¿Adónde he de beber
si las arenas me pretenden
y el hontanar está seco?

¿De se llenarán mis pensamientos vacíos?

¿Y quién me escuchará
cuando mis labios ya no tengan preguntas?

¿Tal vez me dejarás a la intemperie
si no construyo otra casa?

¿Y cómo, cómo hacerlo?
¿Ignoras que el amor, si no es amor,
es fuego que destruye la madera?

Mariano Estrada
Del libro Azumbres de la noche (1993)

martes, 13 de septiembre de 2022

Celebración de un aniversario de boda

 

Rosa y Mariano, en la Iglesia de la Asunción, Villajoyosa. Sep. 1975


Celebración de un aniversario de boda

Esta mañana Rosa y yo nos hemos felicitado efusivamente porque hoy, 13 de septiembre de 2022, es el 47º aniversario de nuestra boda. En este tiempo ha habido un poco de todo, como es normal, pero nosotros celebramos el conjunto como una victoria.

Sombra *. No voy a negar que la noche fue también un aluvión de sombra. Confieso que hubo días en los que la luz fue tributaria de la oscuridad.  Debo señalar, sin embargo, que, por muy negra que fuera, no hubo muerte que no acabara siendo resurrección. Y aquí estamos aún para afirmarnos y celebrar serenamente la victoria.

El engranaje *. Sabemos que la razón no tiene explicaciones para la convergencia amorosa. Pero eso no fue una preocupación para nosotros, porque lo nuestro era absolutamente irracional. A este respecto, ni siquiera nos hicimos preguntas. Cuando quisimos darnos cuenta de la situación, nuestras vidas ya estaban implicadas en la implacable inercia del mundo, una rueda imposible de detener y difícil de soslayar. Tuvimos la suerte, sin embargo, de que nuestros corazones no solo estaban juntos en la casilla que les había sido asignada, sino que habían quedado trenzados por un indestructible hilo de amor.

El eslabón *. Si dijera que hemos sido felices estaría haciendo un canto a la simplificación, pero no estaría diciendo una mentira. Si abriéramos nuestros días en canal, veríamos que la felicidad ocupa más espacios que la desdicha. Es verdad que han caído sobre nosotros chaparrones de lluvias inclementes, incluso torrenciales y tormentosas, pero todo sufrimiento cicatrizado se ha convertido después en eslabón de fortaleza. ¿Qué hubiera ocurrido con nosotros si en las crudas batallas de la vida hubiéramos tenido que luchar por separado? Y, más concretamente, ¿qué hubiera ocurrido con nosotros si el amor no hubiera sido el hilván consistente de nuestras vidas?

Mariano Estrada. Del libro Rosa entre las rosas: cuarenta años de amor (2014)