Abrígate
Abrígate
en el fuego de mis brazos
y
tiembla con temblor de enamorada.
Acércate
al amor como a la lumbre
y
siéntate a la lumbre como amada.
Página de literatura, en poesía o en prosa
Abrígate
Abrígate
en el fuego de mis brazos
y
tiembla con temblor de enamorada.
Acércate
al amor como a la lumbre
y
siéntate a la lumbre como amada.
Ya no vale querer
Ya no vale llorar, porque contigo
el amor es un llanto permanente;
y mi pecho es un lago que ha crecido
en la vana ilusión de comprenderte.
Una noche de amor
Nunca he visto a nadie tan impresionado por un vestido rojo como el camarero
que, antes de aquella cena íntima e inolvidable, nos sirvió dos martinis secos
en la barra del bar. Es verdad que ella era más guapa que ninguna de cuantas
habían contemplado sus ojos hasta entonces, y que su fulgurante aparición le
pilló un tanto en la inopia. El hombre me había visto allí solo tanto tiempo
que le vino a dar lástima de mí. De hecho, empezó a mirarme a hurtadillas y con
cara de rumiar en sus adentros: “este panoli…”
-¿Puede darme fuego? –le dije, aprovechando una de esas miradas compasivas.
-Pues claro, muchacho –respondió-. ¿Esperas a alguien?
Contra el odio, conciliación
El clima de enfrentamiento, de venganza y de odio que se vive en la Sociedad de nuestros días, es profundamente preocupante y desmoralizador. Si a ello añadimos que en determinadas partes del mundo sigue estando en vigor la pena de muerte, yo me sigo ratificando en el pensamiento que dejo a continuación y que se remonta a los lejanos años ochenta del siglo pasado:
El ejercicio de la venganza es corrosivo, el odio no conduce a la paz y la pena de muerte se escapa a la autoridad de los hombres.
Ya no hay claros de
luna
Ya no hay claros de luna ni
lejanos
espejos de melancolía,
sino frenéticas carreras
por barrancos de
desesperación.
El asedio: un poema sobre la
corrupción
Yo pensé que, con el impacto de la crisis financiera global del 2008 y la impresionante irrupción de los movimientos sociales del 11-M y posteriores movimientos políticos, el mundo iba a cambiar radicalmente de rumbo. Pero ya hemos visto que a una parte del mundo le pone mucho la corrupción. Una corrupción que, si antes campaba a su antojo, ahora ha vuelto por sus antiguos derroteros, ha incorporado nuevos agentes y nuevas formas y se ha superado con creces a sí misma. Antes la corrupción era grande, ahora es pantagruélica. Muchos ciudadanos ya no luchan contra la corrupción, porque creen que ahora la corrupción es la norma. Pero yo creo que en la Sociedad hay un sustrato grande y noble de personas que, con su honradez continuada, seguirán luchando contra la corrupción como Hércules luchó contra la hidra de Lerna. Esa es la esperanza de los que, por encima de logros espurios y malsanos, queremos una sociedad mejor que la que tenemos.
Tragedia
Fue necesaria tu muerte
Introducción al sueño
A
JL Borges
Todas
las noches,
cuando
en el cielo
gobiernan
las estrellas
y
a mí me cubre un manto
de
apetecida oscuridad,
mi
conciencia se aferra a un pensamiento
de
realidades figuradas
que
amansan las neuronas
de
mi cerebro y, poco a poco,
las
inducen al cese,
parcial
y momentáneo,
de
su agitada actividad.
Mi barba ya no es mi barba ni nombre es ya mi nombre
¿Alguien dijo que no me quedaba bien la barba? No creo. Cuando uno es joven, como yo lo era, le quedan bien hasta los ojos cerrados y las posturas payasas.
-¿Y
tú quién eres, que te escondes bajo esos pelos?
-Soy
Mariano, aquel al que no se le puede partir el nombre.
-¿Por
qué?
-Por
razones obvias.
-Pues
yo te lo voy a partir, hombre. ¿Qué te parece si te llamo Mari?
Otra forma de ver la poesía
Después de tantos años de inmersión y maridaje lírico, uno se da cuenta de que, al final, la poesía es una forma de entender y de afrontar la vida. Tal vez la poesía que se escribe sea consecuencia de la poesía que se vive, pero ni mucho menos se escribe toda la poesía que se vive.