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martes, 28 de junio de 2022

Londres: un viaje para el recuerdo

 

Rosa y Mariano, Carnaby Street, 1979

El viaje a Londres

A Londres viajamos con el recuerdo de la experiencia italiana: nada de coche, nada de barco, nada de equipajes excesivos, nada de cartilla familiar. Desembarcamos en Gatwick sin contratiempos. No obstante, el primer día que fuimos a Hyde Park corner se nos pegó una joven barcelonesa que terminó conviviendo con nosotros durante tres o cuatro días. Nada que ver con el cónsul que se nos había pegado en Venecia, desde luego, ya que la chica era educada y agradable, pero no pudimos evitar recordarlo. Tampoco pudimos evitar el pensamiento de que, pegándose a nosotros, lo que hacía aquella joven era huir de la soledad. Un día se despidió y nosotros seguimos a lo nuestro.

sábado, 25 de junio de 2022

La yerba

 

Yerba extendida para el secado, tomada de internet sin ánimo de lucro

Tornadera, tomada de internet sin ánimo de lucro

 

La yerba

Con los dientes corvos
de la tornadera
me llegué a los prados
a volver la yerba.

Y llegué con ganas
y le di con fuerza,
porque tajo había
y cansancio apenas.

Pero al rato largo,
con el sol a cuestas,
la modorra encima
y la gorja seca,
enfilé los ojos
a la boca estrecha
del sendero abrupto
que a los prados lleva.

Tomada de internet sin ánimo de lucro
 

Pero no llegabas,
como nunca llegan
las clamadas rosas
que el deseo alienta.

En el caño inútil
de una fuente seca,
me amorré con ganas
a beber la lengua.

Me miraba un búho
desde las salgueras,
medio en broma, casi,
medio en serio apenas.

Pero no acababa
de asomar la cesta
que te va delante
por la angosta senda.

Cuando al fin llegaste
con el agua fresca,
me agarré al botijo
hasta implar las venas.

Tomada de internet sin ánimo de lucro
 

Y me fui bebiendo
hacia las choperas,
con el hambre toda,
con la sed a medias.

Y engullí con prisa
más que el pan, la cesta;
más que el agua el ansia
que te da el beberla.

El calor pasaba
por las ramas quietas,
y llegó a los troncos
y prendió las yescas.

En la calma chicha
las cigarras, mientras,
entonaban cantos
en el humo envueltas.

Cuando vino el carro
a cargar la yerba,
nos pilló dormidos
y sin darle vuelta.

Por debajo verde,
por arriba seca,
la volvió tu padre,
le ayudó mi suegra.

Pero no gruñeron
porque acaso vieran
que aún salí el humo
de entre las choperas.

Nos pusimos ambos
a apañar, siquiera,
del sinfín que había
la que estaba vuelta.

Tomada de internet sin ánimo de lucro


Achanadero, Muelas, casa de Teresa Estrada
 

Yo cogí el rastrillo,
tú la achanadera;
y los dos el polvo
que la yerba suelta.

 

Tomada de internet sin ánimo de lucro

Mariano Estrada

Del libro Tierra compartida (1987)

 

jueves, 23 de junio de 2022

Sumisión amorosa

 

Rosa Corrales
 

Sumisión

Supe que te amaba porque en mis ojos, en mis manos y en mi frente se había depositado la serenidad y la calma.  Solo quería estar contigo y hacer exactamente lo que tú hicieras, ser un trozo de ti, algo que se agitara con tus movimientos. Mi deseo más grande era unirme a ti hasta alcanzar la supeditación amorosa.

Y fue en ese momento cuando te dije: Átame a las rejas de tu balcón y acógeme por siempre en esta dulce jaula.

Mariano Estrada
Del libro Rosa entre las rosas: cuarenta años de amor (2014)