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lunes, 28 de febrero de 2022

Antonia Estrada, entregada a las misiones y perseguida por las guerras

 

En el hotel de Cracovia haciendo tiempo para ir a tomar el avión que las llevará a Madrid

 

Antonia Estrada, entregada a las misiones y perseguida por las guerras

Cuando era niña, dijo que quería ser monja. A los 22 años lo fue. Luego dijo que quería ser misionera y lo ha sido hasta hoy, que tiene 81 años bien cumplidos. Y ahí sigue, entregada en cuerpo y alma a los demás. Nunca ha tenido dudas del camino que quería recorrer en la vida, aunque la hayan perseguido las guerras.

sábado, 26 de febrero de 2022

Noche sin luna

Tomada de internet sin ánimo de lucro

 
Noche sin luna

Por donde saltan los gatos
me deslicé de rodillas.
la noche andaba sin luna
y, más aún, sin bombillas.

domingo, 13 de febrero de 2022

14 de febrero, día de los enamorados. El primer amor, soneto

Foto: almendro en las proximidades de Castell de Castells, Alicante


14 de febrero. ¡Feliz día de los enamorados!

Supongo que a los enamorados les dará lo mismo el 14 de febrero que el 25 de mayo. Es más, el 25 de mayo se sentirán más proclives a echarse en los brazos de cupido, porque la primavera altera todas las sangres, incluida la de los pájaros. Son innumerables los que estoy oyendo cantar a través de la ventana. Ellos se sienten libres para gozar y se posan en los ficus, en el hibisco, en las palmeras, en las adelfas, en los almendros, en las buganvillas, en el limonero, en el ciprés de punta redonda y ocho metros de altura que parte de la base del salón y sobrepasa holgadamente el techo del dormitorio. A menudo se posa allí una tórtola para mirar al horizonte, a la montaña o al mar. Y se queda un rato quieta, esperando a ese tórtolo llamado Valentín, con el que va a tener el primer amor de su vida.

jueves, 10 de febrero de 2022

Los poetas y los niños

Patricia y Daniel Estrada, Elizabeth Piña y Raquel Aparicio
 
 
 
Los poetas y los niños

La capacidad de hacer preguntas es una de las cosas en las que consiste ser niño. Y acaso sea también lo que mejor define al poeta. De manera que el poeta y el niño, además de un corazón abierto, receptivo y gigante, tienen en común un enorme signo de interrogación, que es como un hambre continua, un deseo perenne, una sed insaciable de conocimiento.