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viernes, 19 de agosto de 2022

Mi madre en las labores de la siega

 

María Vázquez, segando. Foto Antonia Estrada

 

Mi madre en las labores de la siega

En estampas como esta podían haberse inspirado pintores como Van Gogh, Millet o Gauguin para pintar la siega del pan. Pero dichas estampas, que se daban a montones todos los días de julio, quedaban atrapadas en el aire de un campo que, en Muelas de los Caballeros, solía estar rodeado de carrascos y robles. Solo de vez en cuando, alguien tenía la remota posibilidad de hacerles una foto como la que dejo hoy aquí. Por cierto, la hizo mi hermana Antonia, la que fue evacuada de Kiev poco después de la Invasión de Ucrania.

Para nosotros, el día empezaba un rato antes del amanecer. Mi madre se quedaba haciendo las tareas domésticas y luego aparecía con el almuerzo en la tierra que nos había tocado segar. Lo llevaba en las alforjas de una yegua o de una burra, que de ambas cosas solíamos tener en casa. Almorzábamos juntos bajo la sombra de algún roble y después, también juntos, incluida mi madre, volvíamos a los surcos multiplicados de la siega hasta que el sol caía hacia el abismo de la noche, porque solo entonces acababa la larga jornada laboral, que no tenía establecidas las horas, pero que rondaban las 16…

Eran trabajos muy duros que se hacían con una aceptada resignación, pero también con una estoica alegría. Al fin y al cabo, todo se hacía por el sustento de la familia. Y la familia era sagrada, como la de Gaudí. Mi madre se llamaba María y era una mujer abnegada y admirable.

Mariano Estrada, 19-08-2022

2 comentarios:

  1. Emocionantes recuerdos de una familia trabajadora y en especial, de una madre , tu madre, en esos tiempos de lucha aunada, para mantener el sustento del hogar. Tus evocaciones se acercan a las mías propias, en este caso, con el añadido de ser yo, hija de padres inmigrantes, en la década de 1920, llegados desde Bulgaria a estas tierras argentinas. Largo periplo de más de 20 días en barco, con el consabido y doloroso desarraigo. Me sumo y participo de tus evocaciones. Gran abrazo argentino para tí, Mariano. Victoria

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  2. Gracias, Victoria, por esa implicación en las evocaciones y en los recuerdos de aquella etapa dura de nuestros padres, en la que nosotros entramos como niños y salimos como jóvenes. En la época de los 60 comenzó la emigración en España, por eso conocemos el desarraigo en el que tú entraste en barco. Por cierto, algunos de Muelas y de la zona emigraron también a Argentina. Un fuerte abrazo con mis mejores deseos.

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