Rosa y Mariano, sep. 1975
Separaciones
Parece que
las rupturas o disoluciones matrimoniales ya casi alcanzan a tres de cada
cuatro.
Vamos a ver
cómo explico yo esta cosa tan fácil: si se casan cuatro y se separan tres,
queda uno casado, ¿no? Pero uno solo, es lo que se dice un soltero, de modo que
vamos a hacer sonar la música de otra manera. Lo que quiero decir en realidad
es que, de cada cuatro parejas que se casan, se separan tres. O sea, que queda
una casada, que son dos. Y dos ya pueden seguir estando casados, si esa es su
santa voluntad, como es obvio.
De lo dicho
se pudiera colegir, sin embargo, que una sola pareja casada, o sea, dos
personas, va a encontrarse muy sola y
aburrirse cantidad en las largas noches de invierno, cuando esto no es así
exactamente, por lo que voy a intentar explicarme de otro modo.
La
equivalencia real es esta: de cada cien matrimonios que se contraen, hacen
aguas setenta y cinco, que es lo mismo que tres de cada cuatro, y se mantienen
veinticinco, que es lo mismo que uno. La diferencia estriba en que si uno son
dos, veinticinco son cincuenta. Y esto ya empieza a ser otra cosa, porque
cincuenta son legión, dan para hacer una guerra a tomatazos y nadie puede decir
ya que se aburre.
Este dato me
ha llamado mucho la atención porque hace poco más de dos años el porcentaje de
disoluciones que yo manejaba en un poema era del sesenta por ciento. Es decir,
dos escasos de cada tres. En un bienio ha subido un quince, que es la niña
bonita, no sé si la del Dúo Dinámico o la de Rajoy.
En unos años
más, el setenta y cinco y el cien podrán darse la mano a medio camino, y
entonces andaremos en el ochenta y siete y medio. Ya sé que ese medio no se
entiende muy bien, porque podría querer decir que una pareja tiene un miembro
de cada parte. Ella permanecerá perfectamente casada, como la dejó Fray Luís de
León hace ya un rato, y él se irá de
culo a la soltería. O al revés. No sé si me explico.
Lo que me
preocupa de verdad es lo que puede pasar el día en que el porcentaje de
disoluciones pille al porcentaje de matrimonios. Y no porque no quede ninguna
pareja en pie, para dar testimonio a las generaciones venideras, sino porque el
porcentaje de las rupturas, acostumbrado a crecer, no va a conformarse con la paridad, que será
realmente un estancamiento. Y a lo mejor hay que hacer un banco de matrimonios
a cuenta, de manera que los porcentajes puedan tomar las rupturas en préstamo.
¿Que esto ya es pura fantasía? Bueno, antes tampoco se comprendían los
préstamos en moneda corriente. Y ahí estamos, disfrutando de un dinero que no
tenemos y pagando en un futuro del que nadie va a saber si vendrá. ¿O no puede imaginarse una sociedad en la que
las rupturas sean acreedoras de los matrimonios que tengan que venir? ¿Eh,
muchachos? Será solo otra forma de las hipotecas.
Coda:
Antes, todo el mundo sabía lo que eran las separaciones: tú te vas por un lado y yo me voy por otro. Ahora las separaciones vienen a ser las rupturas menos los divorcios. O sea, el pi minus erre al que se refería Gabriel y Galán, poeta extremeño-castellano del que tengo la sospecha de que nos hemos divorciado los solteros, los casados y los que podíamos llamar separatistas.
Antes, todo el mundo sabía lo que eran las separaciones: tú te vas por un lado y yo me voy por otro. Ahora las separaciones vienen a ser las rupturas menos los divorcios. O sea, el pi minus erre al que se refería Gabriel y Galán, poeta extremeño-castellano del que tengo la sospecha de que nos hemos divorciado los solteros, los casados y los que podíamos llamar separatistas.
Queda claro,
por tanto, que las separaciones del poema no son las separaciones del artículo,
sino las rupturas o disoluciones. Pero entiendo perfectamente que no se me
entienda, aunque creo que se me entiende muy bien.
11-03-2008
SEPARACIONES
Cuando
amamos de cerca,
somos parte
del sueño
que
intentamos forjar.
Cuando
amamos de lejos recreamos
los sueños
anteriores
a la airada
expulsión del Paraíso.
Y aunque
somos un barro soñador
que tiende a
aproximarse,
una
proximidad desaforada
a menudo es preludio
de la
desilusión, tal vez
de la
discordia y de la hartura.
La
distancia, que suele ser
abono del
olvido,
en ciertas
ocasiones
(misticismo,
sublimación,
romanticismo,
culto)
concita el
interés en beneficio
del capital
que, prodigiosamente,
se
multiplica con el tiempo.
(¿Alegoría?
No, recuerdo
gozoso de la
banca).
Así, si por
estar
enamorados
pretendemos
un amor para
siempre,
acaso nos
convenga
no juntarnos
jamás.
Con ello nos
zafamos de las crudas
estadísticas
de separación,
donde el
mayor de los amores
ya tiene
adjudicada una advertencia
del sesenta
por ciento.
La
alternativa del suicidio
- como reminiscencia
mitológica
del pasado-
es una
solución contraindicada
en los
manuales conocidos sobre
la relación
actual de la pareja,
que es carne
de divorcio
- como ha
quedado escrito-,
pero también
de sucesivos
matrimonios,
junturas
y otras
formas de unión o adosamiento.
Lo que
importa es amar.
¡Qué más da
si los cuerpos, con sus almas,
son de
pésima mano!
Del libro Amores colaterales (2006)
Mariano
Estrada, www.mestrada.net
Paisajes Literarios
Me gusta tu prosa también tu poesía. Qué grande eres. Mientras tú estés aquí habrá siempre poesía.
ResponderEliminarNo voy a entrar a discutir los porcentajes de divorcios-separaciones pues pensaba que estaba en 50% las separaciones y el otro 50% terminaba mal. Vale. Quiero matizar que al hablar de "parejas" hayas omitido (involuntariamente) esa famosa pareja-dúo paisanos y de tu tierra "Los 2 Españoles" de Sitrama de Tera.
Nada más. Un saludo desde Palma de Mallorca.
Hola, Tomás: hace muchjo tiempo que no paso por la carretera de Benavente a Sanabria. Pero antes, cuando pasaba, siempre me llamaba la atención el restaurante de "Los dos españoles". Por cierto, no sé si sigue o si no sigue, si le va bien o si le va mal. Esperemos que todo les vaya sobre ruedas.
ResponderEliminarPero si de parejas se trata, me he olvidado de otra más importante, que es la de la Guardia Civil.
Gracias por tus ponderaciones, que no me parecen mancas ni pocas.
Un abrazo
Yo no llegué a conocer esos parajes y la existencia del restaurante, pero según me dice Isaac y Paco ( Los 2 Españoles) ese negocio nunca llegó a estar operativo, si funcionó su gasolinera y en la actualidad tienen una bodeguita y un anexo palomar (convertido en restaurante) sólo para fiestas de sus innumerables amigos donde se puede saborear también un buen repertorio de sus canciones con muchos recuerdos de antaño y otras actuales de la tierra. En cuanto a los ágapes..hay buena camaradería, una vez unos y otra los demás o todos juntos y a veces por la "cara", (las menos).
EliminarA ver si este verano aterrizas unos días por esta tu tierra, te dejas ver y disfrutamos de mesa, mantel y música melódica interpretada por esa dos voces portentosas. No te preocupes puedes venir con quien te acompañe, lo del condumio está solventado. Un saludo y hasta pronto.
Un abrazo.