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jueves, 7 de septiembre de 2023

Cumpleaños de Martina, el undécimo

 

Martina
 

Cumpleaños de Martina, el undécimo

Hola, Martina:

Pasar de los diez años a los once es entrar en el tramo final de la niñez, que es una carrera por etapas. No es que haya habido cambios bruscos en tu comportamiento ni en tu personalidad, pero hay pequeñas cosas que a mí me han hecho pensar lo siguiente: “Ojo, que once no es lo mismo que diez”. Y es que, a partir de hoy, el once empieza a mirar hacia el doce y el doce ya está anclado en la adolescencia, que es otra etapa de la vida. Digamos que el once es un número de transición. ¿Comprendes, Martina?
-Sí, abuelito: comprendo que con 12 años podré tener móvil.
-Ya… ¿Y no hay otras cosas más importantes en la vida?
-Sí las hay, pero son todas naturales, vienen con el crecimiento.
-Vaya, pareces la doctora Wisdom.
-Pues claro, tengo amigas de doce y trece años que son libros abiertos… Además, está mi mamá, que me lo cuenta todo.
-Vaya, ahí me has convencido, Martina. A los doce años tendrás el móvil de tus sueños y serás una pequeña enciclopedia para asombro del mundo. La abuelita Rosa y yo iremos leyendo gustosamente tus páginas.

Las cosas que han ocurrido el año pasado han sido innumerables. Te voy a recordar algunas:

El nuevo colegio

Tal vez el hecho más destacable es que tus compañeros y tú habéis estrenado un nuevo colegio. La consecuencia es que, finalmente, habéis podido darles una patada a los barracones, que ya era hora… Un día te pregunté si te gustaba el cambio. Y tú me dijiste:
-Sí, me gusta, salvo en una cosa.
-¿Qué cosa?
-Los barracones no tenían escaleras.
-Pero eso, a tu edad, no debería ser importante.
-Claro que no, si no fuera por la mochila…

El pino invertido

Otra cosa destacable es que las volteretas han estado de moda durante todo el curso, especialmente entre las niñas, que tienen una flexibilidad especial. Y por encima de las volteretas se ha situado el pino invertido, cuya ejecución, para que sea buena, requiere tiempo y paciencia. Y una buena dosis de voluntad.
-Es fácil, abuelito. Lo difícil es levantarse.
-Esa es una buena metáfora de la vida, Martina. Lo fácil es caer, lo difícil es levantarse. Hay que entrenar mucho para ello y tú te has entrenado muy bien. Y, lo que tiene más mérito, lo has hecho tú sola. Tu voluntad merece reconocimiento y elogio. El resultado también. Aquí tienes mi aplauso.

 

Martina

La poesía

Hace unos días, cuando ibas a acostarte, me pediste que te acompañara a la cama. Pero antes abriste uno de los cajones de tu mesita de noche y cogiste un libro de poesía.
-¿Vas a leerme poemas? -te dije.
-No, me los vas a leer tú a mí.
Te leí unos cuantos y luego unos cuantos más, pero no eran bastantes. De manera que te advertí:
-Bueno, te leo otro poema y ya está…
-Otro no, otros dos por lo menos. O tres.
Te leí seis. Y cuando creí que ya estabas dormida, me dijiste:
-Sigue leyendo, abuelito, aunque veas que tengo los ojos cerrados y la mente en el país de las aventuras.
Fueron unos veinte poemas los que te leí… Bien es verdad que, en general, no son muy largos. Pero veinte poemas es un libro completo. Cuando creí que estabas dormida me incorporé para salir sigilosamente de la habitación. Pero detrás de mí se oyó una vocecita que decía:
-Apaga la luz, abuelito, que yo ya estoy dormida hace dos años.
-Vaya… ¿Me hablas desde el inconsciente colectivo?
-No, te hablo desde los acantilados de la luna, que caen sobre alguna parte del mar.
-¿Del mar?
-Sí, del mar, ¿no oyes cómo chocan las olas?
Cuando pronunciaste esta frase yo estaba a punto de salir de la habitación, pero no podía hacerlo porque la satisfacción que sentía era más grande que la puerta.

Este fue uno de los poemas que te leí:

Una tarde en el jardín

En el jardín hay un árbol,
y en el árbol una rama,
sobre la rama hay un mirlo
que está cantado a su amada.

Más arriba hay una tórtola
que, como tórtola, canta
con igual monotonía
que las fuentes machadianas.

Mientras nosotros oímos
sus generosas tonadas,
por el aire, las gaviotas
pasan graznando en manadas.

-¿Adónde van, abuelito,
con esas alas tan largas?
-A los cantiles del mar,
que es donde tienen sus casas.

Por el suelo, las hormigas,
vienen y van con sus cargas.
Porque el invierno es muy duro
y tiene noches muy largas.

La tarde ya languidece
y la noche está cercana.
Todo palpita en silencio,
salvo algún grillo que canta.

Finalmente, al retirarnos,
hay una luna muy clara.
En la casa del vecino
están croando las ranas.

Mariano Estrada
Del libro La mirada de Martina (2019)

Martina

El mejor deseo de tus abuelitos

Nuestro mejor deseo es que los días que median entre el cumpleaños nº 11 y el nº 12 sean todos felices. Pero si algunos de ellos vienen con sombras, te deseamos la fortaleza necesaria para apartarlas de un manotazo: ¡Zas! Y, si son nubarrones los que vienen a nublarte los ojos, recuerda que el llanto es necesario para regar de vez en cuando la vida, lo mismo que la lluvia es necesaria para regar de vez en cuando la tierra.

Que el día de tu cumple sea la guinda de un año feliz y el preludio de una ventura que sale a la vida sobre dos palos juntitos: los palos que conforman el ONCE.
Que tus días se cuenten por aluviones de dicha y tus noches por sueños de felicidad.

Un revuelto amoroso de abrazos y besos

Rosa y Mariano
07-09-2023

Martina
 

6 comentarios:

  1. Mariano. Esa MARTINA está peciosa, en esa bella edad, que tanto le luce, debe sentirse muy orgllosa de sus abuelitos, especialmente de ese abuelo que le lee poemas antes de dormir y que tanto la contempla. Para ella, un beso de FELICITACIÓN y que su vida esté llena de grandes sorpresas y rodeada de mucho amor.

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    1. La verdad es que sí, Olga, Martina está radiante. Dice que tiene que aprovechar bien las vacaciones porque luego vienen las clases y los deberes. De hecho, empieza mañana el cole. Espero que vaya con la energía suficiente para aguantar todo el curso. Gracias y un abrazo

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  2. Que bonitas reflexiones y que bonitas palabras, es un gustazo que las compartáis con quienes os quieren y os aprecian mucho. Esperamos seguir a vuestro lado en el camino de la vida. Que disfrutemos durante mucho tiempo de la compañías que nos aportan felicidad, y bien estar. Besos

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    1. Hola, Javier: un pajarito me ha dicho que has sido tú el que ha puesto este precioso comentario. Por cierto, estuvimos hablando un buen rato en el club de tenis y no deshiciste el anonimato. De nada te ha valido, como ves... Gracias por tus generosas palabras. Un fuerte abrazo

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  3. Felicitaciones y felicidades para la pre adolescente Martina !! Y lo que puedo ver, a través de fotos que has publicado, Martina acaparó los genes de su abuela Rosa . Muuuuyyyy parecidas !! Van abrazos argentinos. Victoria

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    1. Gracias, Victoria, por tus felicitaciones a Martina. En su nombre y en el mío. Fue un día hermoso para todos nosotros. En cuanto a los genes, sí, parece que acaparó bastantes de su abuelita Rosa, de lo cual yo no puedo hacer otra cosa que alegrarme. Un fuerte abrazo desde las puertas del cole. Martina empieza el curso mañana.

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