El mar, la
luz, los beneficios de la contemplación
Esta foto fue tomada en El Charco, donde la
soledad produce un sosegado recogimiento, donde la soberbia tiene una cura de
humildad, donde la belleza penetra los sentidos y vuelca hacia arriba las
comisuras del ánimo.
Elección
¿La luz, la transparencia llana
o el hábito de ser fotografía?
¿La flor, quizás, el devaneo
constante del vestido?
¿La luna, el aire, el coro
de los búhos en íntimo concierto?
No, no..., la mar,
la paradoja húmeda o el labio
que está inmerso en la sed.
09-08-2016
Mariano, pones unas fotos preciosas.
ResponderEliminarGracias, Pedro: espero que los textos estén a la altura. Después de todo, lo mío es la palabra, no la fotografía. Un abrazo
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