Rosa, primeros años 70
Los ojos de los que yo me enamoré los tiene la mujer
de la que sigo enamorado. Se llama Rosa y es esencialmente buena. Este poema lo
escribí en los años 70 y forma parte de mi primer libro. Las cosas que le dije
son sencillas, primarias, elementales, como corresponde a un corazón cautivado.
Si volviéramos atrás, volvería a decirle exactamente las mismas.
Tus
ojos
A Rosa
Tus ojos silencian la noche,
tan llenos de calma,
tan quietos.
Tus ojos acallan las ramas,
juguetes que bailan
al viento.
Tus ojos envuelven la niebla
que llena la alcoba
de sueños.
Parecen dos leños que arden
quemando las noches
de invierno.
El cielo se agolpa en tus ojos,
tejiendo la noche
de negro.
Tejiendo las horas nocturnas
de cosas que quitan
el sueño.
Tus ojos, mujer, amontonan
calor de mis años
enteros.
Los años que fueron perdidos
de noches gastadas
sin ellos.
Mariano Estrada.
Del libro Mitad de amor, dos cuartos
de querencias (1984)
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