Los ojos de Lidia
Llámame insistencia
Llevaba un día gris en la expresión intensa de la cara. Pero no era un lunes, sino una honda y acerada pena. Entonces la miré y le dije:
-Tienes los ojos tremendamente claros, tanto que se ve la lejanía en la que habitas. Pero tú te muestras oscura como las tormentas del atardecer y tu frente está llena de tribulación. ¿Dónde quedan los brillos contagiosos de la luz, los alargados labios de la risa, los brotes alegres del deseo que se ofrecían ingrávidos a la primavera, la ternura de los sueños aterciopelados en el silencio nocturno de las almohadas? ¿Dónde está la voz que promovía canciones de felicidad allí donde reinaba el desconsuelo y la tristeza? ¿Puedo contemplarte con los ojos de la interrogación, entreabriendo los labios para que adquieran realidad las intuiciones? Y si es así, dime: ¿puedo llamarte noche interminable, velo pertinaz y declaradamente opaco? ¿Puedo llamarte venda, apagón, eclipse, fotografía del subsuelo…? O, más sencillamente: ¿puedo llamarte sombra?
-No, llámame tan sólo contraluz. O, si así lo prefieres, parpadeo.
-¿Puedo llamarte llanto prolongado, lágrima profunda y permanente?
-No, llámame lluvia del corazón, llámame pena transitoria y deseo insatisfecho, llámame agua condolida o atribulada...
-¿Puedo llamarte hoyo, desolación, piedra enterrada en el desierto?
-Jamás, llámame esperanza que muere y resucita, llámame terquedad innumerable e ilusoria, llámame herida que no cura... Pero llámame, sobre todo, persistencia. Porque yo estaré de pie después de que los vértigos se hayan estrellado en los precipicios, después de que las brisas hayan despejado los nubarrones.
-¿Hasta quedarte sola?
-No, hasta alcanzar la plenitud o nube donde viven, insobornados, los rebeldes.
Insistencia, persistencia, consistencia...resistencia... la lucha diaria. Y ahora más que nunca.
ResponderEliminarAbrazo
La lucha diaria, el famoso "resistiré" del Dúo Dinámico, el junco que se dobla pero siempre sigue en pie... La vida puede ser complicada. Y éstos no sn buenos momentos. Espermos que el año nuevo nos los traiga un poco mejores. Un abrazo
ResponderEliminaresta bueno porque nos muestras lo gris a veces que parece nuestra vida , pero siempre hay lugar para levantarse y seguir , y quizás este nuevo año , logre ser mejor que el que acabamos de vivir .
ResponderEliminarMariano que tengas un feliz comienzo de año junto a tus seres queridos .
Un abrazo
JUAN
Gracias, Juan, por tus palabras y por tus buenos deseos. Los míos también lo son para ti y para los tuyos.
ResponderEliminarEspero que el año nuevo venga con muchas alegrías y que todos seamos un poco mejores.
Un fuerte abrazo
No me llames Dolores, llámame Lola...
ResponderEliminarTú puedes llamarme como te dé la real gana y como más feliz te haga, querido Mariano. Y que conste que sólo te lo permito a ti.
Muy hermoso relato, Marito, que me ha llegado muy adentro por razones que tú ya conoces. La vida es realmente muy difícil y no siempre contamos con la fuerzas necesarias para afrontarla. No se puede expresar mejor la voluntad que se necesita para resistirla día a día. ¡Pero es que tú tienes el don de la palabra!
¿Sabes que estamos aquí en completa sintonía? Hace tiempo que escribí: "vivir es puro alarde de insistencia", en un poema pueril que ya te enseñaré cuando no me de vergüenza.
Me ha sorprendido mucho... ¿será una señal para el nuevo año?
Un beso y hasta pronto, Maritoinsistente :)
Lidia
Hace ya tiempo que Lidia e Insistencia son sinónimos para mí, aunque no me lo admita el diccionario de la RAE. Por cierto, le tengo poco respeto a la RAE desde que admitió el palabro "Asín". Asín que hablaremos de cosas más serias, jaja.
ResponderEliminar¿Y dices que te avergüenzas de enseñarme un poema? Pero si yo te he visto el alma, insistencia mía ¿Quieres que te diga cómo es? Es inconsútil, como el vuelo de las mariposas. Es transparente y es ancha como el mar...
Gracias por tus palabras, que siempre son generosas conmigo. Como tú dulce.
Que el año nuevo te mire con sus mejores ojos y te abra ventanas y puertas que hasta ahora has tenido cerradas.
Tú si que eres un alarde de insistencia.
Un beso con el sabor de las uvas.
Mucha belleza... por favor, a mí llámame Persistencia.
ResponderEliminarTe llamaré como me pides, pero no quiero olvidar que tú tienes un nombre precioso. Tal vez pueda llamarte Sofía Persistencia, y de este modo estarás en una sabiduría continuada. Un abrazo
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