Rosa, en el aeropuerto de Múnich
COMO BARRO
Como barro te quiero, como arcilla,
sin tamiz ni remiendo ni censura;
con la esencia mortal o levadura
con que fue modelada la costilla.
Te requiero mujer, no mantequilla
ni artificio de libro o de pintura.
Que te abunden en barro la cintura,
la cadera, los pechos, la rodilla.
Porque barro naciste, de semilla
que fue barro anterior en andadura
al barniz, al disfraz, a la cultura.
Y del barro tuviste la mancilla
que yo quiero ensanchar hasta la orilla
de la tierra final, la sepultura.
Mariano Estrada
Del libro El cielo se hizo de amor (1986)
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