Buscar este blog

viernes, 17 de diciembre de 2010

Ser de todos lo que es mío


Tomado de internet sin ánimo de lucro

Ser de todos lo que es mío

Poner paz en tanta guerra,
calor donde hay tanto frío,
ser de todos lo que es mío,
plantar un cielo en la tierra.

(Himno de la Liturgia de las Horas, fragmento)

Por mentira que parezca, el cuartero anterior puede quedar resumido perfectamente en el verso tercero. Nada tiene de extraño, cuando sabemos que los Diez Mandamientos se encierran en dos. ¿O debo decir se encerraban?

Con los nacionalismos pasa exactamente igual: al final todo es una cuestión de dinero. Y el dinero, por lo que se ve, nadie lo quiere repartir con estrictos criterios de justicia. ¿Justicia divina? No, justicia social. Justicia humana. Justicia distributiva. ¿Qué tiene que ver Dios con los nacionalismos? ¡Ah! Mucho más de lo que usted cree. Yo no creo nada. En política no hay que creer. Sólo hay que votar y cerrar los ojos. O eso es lo que quieren ellos, los políticos. ¿Y la nariz? La nariz conviene tenerla bien tapada, para que no nos contaminen los olores.

No deja de ser curioso que el pensamiento expresado en este cuarteto haya sido asumido, al menos teóricamente,  por todas las religiones del mundo, que son muchas y muy mal avenidas.

Claro que en cuanto pasamos de la teoría a la praxis, ya empiezan a surgir los problemas. Así,  el tercer verso, “Ser de todos lo que es mío”, un católico lo convierte rápidamente en “Lo mío es mío y yo reparto limosnas”, amortiguando de este modo los efectos de la mala  conciencia. ¿Tú tienes mala conciencia? No, padre, yo no robo ni mato. Claro que robas, hombre. Robas a espuertas. Y si no robas más es porque no puedes. Además, de limosnas, nada. Lo que das son migajas poco menos que vergonzosas. (Este párrafo no va dirigido a las bases, donde sólo hay pequeños imitadores y aficionados, sino a las jerarquías que tienen el poder y el dinero, que es donde más se roba, más se mata y más se jode al prójimo. Con esto de joder al prójimo, ¿te refieres a la fornicación? No, me refiero a la humillación y al pisoteo).

¿Y qué hace un comunista? Pues un comunista, en principio, acepta el verso tal cual es: “Ser de todos lo que es mío”,  hasta que llegamos al reparto de la moto, como sabéis: “Ojo, que moto sí que tengo”. Lo realmente malo del comunismo es que permitió que la revolución se jerarquizara. Así, mediante la dictadura del proletariado, los que tomaron el mando le dieron la vuelta a la tortilla. Ellos se quedaron arriba y por abajo la dejaron quemar. Pero hubo listos que picaron la sartén y por los agujeros le dieron salida al estraperlo. De este modo, los ricos conservaron lo suyo y los gobernantes se enriquecieron ex novo. Todo ello se puso en evidencia con la simple caída de un muro. ¿El de Pink Floyd?  ¡No, el de la vergüenza! El caso es que, sea cual sea la forma de machacar, los machacados son siempre los mismos.

El problema de los cristianos es que echaron a Dios e hicieron negocios en el templo. De nada valió la desatada ira de Jesucristo. El problema de los comunistas es que echaron a Dios y metieron un témpano de hielo en el corazón de los hombres. El problema de los judíos es que siguen esperando a Dios, pero no lo reconocen cuando les llama a la puerta. El Problema del islamismo es que convierten las caricaturas en ofensas contra Dios y las ofensas contra Dios en atentados contra bienes y personas.

¿Y qué podemos hacer para remediarlo? Pues mira, tomar conciencia de ello y contárselo al vecino de de al lado y al de arriba y al de enfrente. Y empezar otra vez. Y arrimar el hombro con humildad, pero también con firmeza. ¿Cuándo, cómo? Ahora mismo. Empezar a hacer la casa por los cimientos. Y pensar que edificamos sobre la roca aunque sepamos que, como humanos y débiles, estamos edificando de nuevo sobre la arena.
-Pues vaya, ¿no hay solución, entonces?
- Bueno, puedes sentarte como Buda y esperar a Godot.
- ¿A Godot? ¿No querrás decir a un tal  Nirvana?
-Godot, Nirvana, Paraíso, Vacío, Eternidad… Todo es lo mismo, sólo varía la disposición de quien espera.
-¿De quien espera qué, la anulación de lo que somos, la reencarnación en lo que desearíamos ser, un árbol, un pájaro, una nube blanca? ¿De qué habla usted, de transmigración, de transfiguración, de reconversión, de recalificación, de metempsicosis?

Un abrazo y
Felices Navidades

 Sentirse hermano
 
Lo inútil es ser dios,
tejer un sueño
estéril, solitario:
de cielo sobre cielo,
de nada sobre nada,
de polvo y vanagloria.

Lo grande es convivir,
sentirse hermano;
saber que eres un grano
pequeño, de la historia.

Y dar, ser bueno,
mirar alrededor,
tener en la mirada
calor,
misericordia.

Amar, amar, amar…
Sentir esa llamada
callada
del fuego, del amor,
de la concordia.

Del libro Vientos de soledad (1984)
Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

2 comentarios:

  1. Yo junto con el beso de mazapan te mando un ¡¡Ole!! por tu enfoque del sentido de la justicia y de la distribución, de los amortiguadores que tiene la conciencia y de la mala praxis que tienen todos los poderosos corruptos, que despojan a las almas cándidas de los valores que tenían y debido a eso nos estamos metamorfoseando en líbelulas revoloteadoras, con el animo de seguir su ejemplo, para ver si sacamos partido de algo, y va a ser que no, lo unico que podian ofrecernos son las migajas por aquello de que lo mio es mio y lo de los demás a medias. Salud querido hermano y a pasar una felices fiestas de Navidad Teresa

    ResponderEliminar
  2. Hola, Tere, pues te ha salido redonda la parrafada. Recibo tu "olé" con agradecimiento y me lo pongo por montera, ahora que están cuestionados los toros. Estas cosas las vengo diciendo desde hace mucho tiempo, querida hermana, pero no me hacen ni puto caso. Es como predicar en el desierto. Pasan de mi, de ti, de aquel, del otro... porque van exactamente a lo suyo ¿Y qué es lo suyo? Pues qué va a ser, mujer, ¡El cotarro! Felices navidades y que el año venga cargado de setas. Un beso.

    ResponderEliminar