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miércoles, 5 de diciembre de 2012

El amor como historia de la pareja





Rosa y Mariano, hotel Cimbel, Benidorm, sep. 1975

El amor como historia de la pareja

El amor es una forma complaciente
de entornar los ojos,
de ofrecer la boca,
de entregar el alma.

El amor es una lámina de espejos
donde nada un cisne,
donde salta un ciervo,
donde vuela un águila…

El amor es un cristal que nos entiende,
que nos da la imagen,
renovada y dulce,
redimida y clara.

El amor es un encuentro enternecido
de ilusiones puras,
de sentidos limpios,
de querencias altas.

El amor son dos espejos abrazados
que se miran mucho,
que se tocan siempre,
que en silencio se hablan.

El amor es evadirse de uno mismo,
aspirar el aire,
contemplar la luna
y pelar la pava.

El amor es conectar con lo infinito,
detener el tiempo,
consumir las horas
sin saber que pasan.

El amor es convivir codo con codo,
en el erre y erre,
con el tira y floja,
entre el toma y daca.

El amor es la disputa y la pelea,
es tirarse tratos,
recoger los restos
y llorar de rabia.

El amor es supurar remordimientos,
revenir al beso,
repetir abrazos,
realegrar la cara.

El amor es completar el equipaje,
aspirar al coche,
prolongarse en hijos,
adquirir la casa.

El amor es la zozobra y el desvelo,
el aspecto triste,
el pipí del hijo,
la sonrisa vaga.

El amor es una guerra introvertida
por seguir la lucha,
por tener paciencia,
por tirar la toalla.

El amor es la costumbre resignada
de amoldarse a todo,
de callar la boca,
de tenerla en calma.

El amor es ascender a la quimera,
donde vuela el árbol
porque el tallo es hoja,
porque el tronco es rama.

Para luego despertar a una mañana
donde el cielo es mundo,
donde el mundo es polvo,
donde el polvo es paja.

Variantes para la estrofa nº 14

El amor es voluntad. Es, por ejemplo,
aceptar los hechos
y sentarse un rato
para hablarse en plata

Sopesar las cosas
y ofrecer respuestas
a preguntas claras.

Pero puede ser también de otra manera:
Levantarse un día,
golpear la mesa
y decir ¡ya basta!

O decir: de acuerdo.
Y tomar la puerta
y marchar de casa.

Del libro Mitad de amor, dos cuartos de querencias (1984)

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

4 comentarios:

  1. Es una preciosa foto ,se os ve tan contentos y guapos a los dos que da gusto mirarla,el poema es precioso,la parte que rectificarias me gusta muchisimo más esta sin duda alguna,es más positiva ,más edificante
    El amor es voluntad. Es, por ejemplo,
    aceptar los hechos
    y sentarse un rato
    para hablarse en plata

    Sopesar las cosas
    y ofrecer respuestas
    a preguntas claras.saludos

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  2. Hola, María Luisa:es cierto que la foto es bonita y los personajes jóvenes y guapos,como corresponde a la juventud que tenían... Ha pasado por nosotros la friolera de 37 años...
    En cuanto al poema, es complicado pergeñar una historia de la pareja que sea realmente universal. La casuística es muy grande. Por eso lleva variantes al final.
    Por otra parte, las cosas han cambiado mucho desde que fue escrito el poema, en los primeros ochenta. Hay que verlo desde la perspectiva de entonces.
    Gracias y un fuerte abrazo

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  3. Gracias a ti, Anónimo, por tus emociones. Un abrazo

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