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España: hacia una salida en falso de la crisis
1.- Es verdad que los inversores han vuelto a encontrar acomodo en España. Lo cual quiere decir que los que ayer tenían dinero hoy tendrán mucho más y que los que ayer no lo tenían seguirán estando a dos velas.
2.-
El paro se mantendrá en unos niveles insoportables y la angustia vital
va a seguir instalada en corazón de los necesitados y de los
hambrientos.
3.- La crisis no habrá curado los endémicos males de la avaricia y la especulación. La brecha social se habrá ensanchado hasta la obscenidad y los sueños de los desfavorecidos, que ayer eran posibles, habrán desaparecido de cualquier horizonte de esperanza.
4.-
Al contrario de lo que creíamos los ingenuos, la crisis no va a
corregir las desigualdades y los desequilibrios, sino que va a regar la
raíz de las injusticias hasta llevarlas al territorio de la vergüenza.
5.-
Lo que España sea cuando los entendidos dictaminen que ha acabado la
crisis, estará muy lejos de ser lo que los ciudadanos deseábamos que
fuera en los años de la Transición: un Estado Democrático de Derecho en
el que no solo imperara la ley, sino también que la ley fuera justa.
6.-
Pero la ley de hoy no es justa porque, en contra del significado
sustantivo del Estado al que acabamos de referirnos, el constituido en
España excluye algunos derechos fundamentales de las personas.
7.-
En ese sentido, nos han traicionado aquellos que tenían el mandato de
legislar en nuestro nombre. Es cierto que han legislado a mansalva, tal
vez demasiado, pero lo han hecho poniéndose al servicio de unos
intereses determinados que solo son de unos pocos.
8.-
La realidad corrobora estas afirmaciones sin necesidad de que pongamos
ejemplos. Lo que va de la riqueza a la pobreza -que hasta ayer era una
distancia considerable-, es ahora un abismo. No hay puentes que lo
puedan salvar ni colchones que impidan el ahogo de los que están
abocados al naufragio.
Va a ser muy difícil recuperar los derechos que hemos perdido. Y no nos los van a devolver por las buenas, habrá que reconquistarlos. Si no lo conseguimos vamos derechitos al siglo XIX.
ResponderEliminarDesgraciadamente es cierto, Pepe. Va a ser muy difícil recuperar el terreno perdido. Al siglo XIX no iremos porque es materialmente imposible, pero pasarán años antes de que el paro se reduzca a niveles de 2007. Ese es el punto a partir del cual se pueden empezar las conquistas. Un abrazo
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