Cena de corrupción en Nochebuena
Queridos
amigos:
Dentro
de unos días, en la cena de Nochebuena, vamos a tomar unos guisos de corrupción,
ese enorme bicho que ha salido con fuerza del armario, que se alimenta del
bolsillo de los contribuyentes y que se ha convertido en una plaga poco menos
que bíblica Yo creo que hay de sobra para que todos podamos cenar en abundancia
por una vez en la vida, incluidos los mendigos, los pobres, los desahuciados, los atorrantes, los extranjeros…
-Vale,
vale…Yo me tomo un revuelto de barcenitos, que son ricos en gúrteles y algunos
tienen bigotes, como los gatos.
-Sabia
elección, la suya, porque ahí hay calorías a punta de pala (PP). Yo me tomaré un
ERE andaluz, que tiene sus nutrientes en el aliviadero de los parados.
-No
sé, a lo mejor se queda con hambre. Yo me decanto por una granadina púnica, que
tiene el penacho rizado y vale para hacer sanfranciscos. Crece en territorios
madrileños y se alimenta de cohechos de concejal y prevaricaciones de alcalde.
-Muy
tentador, por cierto. Pero no hay que despreciar un combinado de pujoles, que huelen a martas
clavelinas y ferrusolas y exhalan un espíritu familiar muy propio de los días
navideños.
-Pero
esos irán aparte, ¿no?
-¿Aparte?
Dígame usted por qué…
-Porque son de la mesa de don Arturo y quieren
cenar por separado, en el Palau, con Millet y Cía.
-No,
por favor, la Cía que no venga. Ya tenemos bastante con la UDEF.
-¿Y
qué coño es eso de la UDEF?
-No
lo sé, don Jordi, pregúntele al pequeño Nicolás.
La
corrupción será servida con cazo en todos los hogares españoles, sin distinción
ni privilegio, a partir de las nueve de la noche del día 24 de diciembre. El
objeto es acabar con ella. Los hambrientos, los subsaharianos y los canarios
podrán adelantarse una hora, si esa es su voluntad.
-¿Y
los baleares, señor?
-Por
lo que respecta a los horarios, los baleares están inmersos en la península.
Por eso van a salto de Matas.
-Bueno,
pues tráigame un palmito de arena, que a mí me tira mucho el deporte de
velódromo.
-No
sé si nos quedan, ¿no le da igual un iñakito de urdangarín? ¿Tal vez un
dieguito de torres?
-No
sé, ¿qué llevan esos bichitos?
-Pues
un poco de todo: contratos valencianos, comisiones mallorquinas, elenitos
reales… Todos sin ánimo de lucro, por supuesto.
-¿Quiere
usted decir que son insulsos, incoloros, inodoros y sosainas?
-No,
lo que digo es que no tienen beneficio…
-Pues
menos mal, si llegan a tenerlo… Por favor, tráigame un palacete de Pedralbes.
-Lo
siento, señor, pedralbitos no quedan, han sido embargados por la justicia.
-¿Qué
le queda entonces?
-Puede
pedir un pallerols, un brugalito, un port vell, un pokémon, un castedo, un
malayo… Hay donde elegir, no se preocupe. La cocina de España es realmente
interminable…
-¿Y
qué tenemos de postre?
-Pues
mire, tenemos blesas con nata, rodriguitos en black, chavitos agriñanados de la
junta de Antalucía…
-Tráigame
el aeropuerto de Castellón.
-En
eso no puedo atenderle, amigo, su mentor acaba de ingresar en la cárcel y se ha
llevado con él los hangares y la administración en la que toca la lotería.
Felices
Navidades
Imágenes tomadas de internet sin ánimo de lucro
Muy bueno tu post con fondo sarcástico culinario de actualidad.
ResponderEliminarIntentaré en la Noche Buena olvidarme por un rato de
esta pandilla, hay más, de vividores a nuestra costa.
¿Algún día se les hará justicia? Ojalá lo veamos...
Bueno, Justin: parece que la justicia los va arrinconando poco a poco. A algunos ya los ha metido en la cárcel, otros están de camino. Espero que en el futuro, cuando alguien vaya a meter la mano en la caja, se lo pienso dos veces. Feliz cena de Nochebuena
EliminarEn el vientre materno
ResponderEliminaremigras, mi Niño.
El Adviento te abre un camino
sembrado de sueños
de negro horizonte
e incierto destino.
En el crudo desierto
te abriga la espera
de un pozo de encuentro,
de un caldo caliente
en la fría mañana,
de una mirada de afecto,
de una humana sonrisa,
de una palmada de amigo
en la espalda, de un sorbo
de luz en la niebla,
de un abrazo humano
al final del camino.
Pestañeos de un Dios peregrino
empañan tus ojos serenos.
Ante la valla se hielan las lágrimas.
Desde la otra orilla, en espera,
los otros, nosotros,
cultivamos el odio a lo humano.
En la otra orilla te esperan, mi Niño,
esqueletos de palabras vacías,
hojarasca de promesas no cumplidas.
Tiempo es ya de caminar
por un camino nuevo.
¡Felices fiestas de encuentro!