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viernes, 22 de mayo de 2015

Muelas de los Caballeros




C/ de la Iglesia, Muelas de los Caballeros, Zamora. Foto M. Estrada

   Queridos amigos:
   Un día, y de esto hace ya mucho tiempo, me pidieron que escribiera un artículo sobre Muelas para un programa de mano. Con los datos que me facilitaron (los históricos) y los de mi propia cosecha, escribí este pequeño texto con el que inesperadamente me he encontrado hoy, día 22 de mayo de 2015, cuando en Muelas, probablemente, aún estarán los campos floridos. Un abrazo a todos. Mariano Estrada.
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Muelas de los Caballeros

   Es un Municipio de La Carballeda (Zamora) que, rayando con los montes de la Cabrera y a las puertas de Sanabria, queda a medio camino entre León y Braganza. Tiene una superficie de 7.200 Ha. y una altitud de 998 metros sobre el nivel del mar. Habitado desde tiempos remotos, fue repoblado hacia el año 952 por orden de los Reyes de León don Ordoño y doña Elvira.
   El núcleo urbano posee una interesante muestra de arquitectura popular en sus bien conservadas edificaciones, cuyo mérito mayor, por otra parte, consiste en haber sido  realizadas con materiales tan nobles como propios: fachadas de perfecta sillería de granito, hermosas balconadas de madera de roble y sólidos tejados de pizarra.
    Mimetizada con ellas, aunque ostensiblemente más alta, sobresale la Iglesia Parroquial que, siendo originaria del siglo XII, ha sufrido varias reconstrucciones hasta alcanzar su actual apariencia. Pero es la armonía general de la población la que le da ese carácter elevado por el cual está a la espera de ser declarado Conjunto Histórico-Arttístico.
 Iglesia parroquial. Foto M. Estrada
    
No le falta a Muelas esa nota exótica por la que, gracias al contraste, resalta más lo genuino. Nos referimos a "El Fenal", un jardín fantástico en el que destacan  unas secoyas de considerable altura y una casa colgante construida sobre una peña. También hay una araucaria y un enorme Pinsapo, entre otros muchos árboles: un viejo pino piñonero, unas palmeras, algún que otro acebo, unos robles, unos castaños y varios tipos de pinos.

Secuoya del Fenal. Foto M. Estrada
   El patrimonio paisajístico-natural es realmente importante, concentrándose mayormente en la Ribera del Río Fontirín que atraviesa de Norte a Sur el Municipio jalonándolo de viejos molinos harineros, algunos aún en pie. Su nacimiento está polarizado en varios valles de los Montes de Velilla por los que corren arroyos transparentes donde bebe una variadísima fauna, que va del lobo al martín pescador, y una exuberante flora que podemos simbolizar en el roble. También existen fuentes, minas, canteras de piedra y de pizarra, castros, poblados medievales, apriscos, colmenares, corralones... Y parajes singulares en los que reposa  la belleza y la leyenda, como es la del Manantial de la Bruja...
   El ayuntamiento está formado, además, por otros dos pueblos situados a muy poca distancia: Donado y Gramedo. El primero, a escasos 2 km., se extiende a lo largo del valle del Abranal y tiene un notable conjunto arquitectónico en el que  cabe destacar, por su sobriedad, la Iglesia de San Pedro y, por su fama, el monumental Santuario de La Peregrina. Este guarda en su interior una imagen de La Virgen, tallada en marfil y traída desde China en el siglo XVIII, cuya veneración congrega a gentes de las comarcas y provincias limítrofes en multitudinaria romería. Así mismo, son dignos de mención los antiguos ornatos de sillería, las gárgolas de piedra, los muros de mampostería, las abundantes canalizaciones y fuentes, entre las que destaca por sus propiedades medicinales la del Abranal, lugar al que se accede a través de un magnífico bosque de robles y castaños.
 Iglesia San Pedro y Santuario Peregrina, Donado. Fotos internet sin ánimo de lucro

   Más al sur, en un llano, nos encontramos con Gramedo, pueblo con una arquitectura de transición, más rústica que las anteriores. Los azules de pizarra se mezclan con el rojo de las tejas y se utiliza más el barro. Los numerosos afloramientos de rocas y un caño caudaloso le dan un carácter singular. Al poniente está la Fervienza, paraje de belleza extraordinaria y lugar de encantamientos donde "el agua hierve y la mora va a lavar la ropa", siendo este un paso por el que se acorta el camino hacia Espadañedo y da acceso a los Corralones, castro amurallado de doble foso.
   Visitados estos lugares y degustada la gastronomía típica de la zona, el viajero podrá disfrutar, gracias a los muchos caminos existentes, de un relajado "paseo por la belleza", que, según el poeta de la tierra Mariano Estrada, "la fundamenta un camino de silencios que se oculta en su variada vegetación, un ribazo de roble con pretensiones de infinitud y de selva y una fimbria de humeros que hacen arco al agua"... Después, al pairo del crepúsculo, bajo el vuelo persistente  de  los murciélagos, el viajero podrá sumergirse en los parajes de tradición e intimidad por los que ha andado el poeta:

                             Yo vuelvo a la niñez por el sendero
                              del gato, del vasar, de la tenaza...
                              Tetigos del amor y de la vida.

                              Y vuelvo a ser feliz junto al leñero
                               hilando humanidad con pan de hogaza
                               y trozos de cazuela compartida.
                                       
                                  Mariano Estrada, del libro "Trozos de cazuela compartida" (1991)
Plaza Matalera, Muelas. Foto M. Estrada

   "Un trecho después, donde clarea el arbolado, el camino se derrama en la infinita luz y en la montaña madre que alimenta al río. Su cima es atalaya de esta noble y rigurosa  Carballeda, deprimida en gentes, procelosa en brezo y en roble, en la que anidan el águila y la víbora, campan el corzo y la zorra, rebudia el jabalí y el lobo hispano tiene uno de sus últimos refugios. Detrás se levanta el Vizcodillo, que ofrece  una minúscula visión del Lago legendario de Sanabria y, unos metros antes, tal vez un kilómetro,  tienen su raya fronteriza los montes de nieve de Cabrera. Y su lago azul, donde la trucha ha impuesto su nombre con la más cariñosa de las formas y el másescurridizo de los diminutivos".
 
Puente de San Andrés, río Fontirín. Foto M. Estrada

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Bella, significativa y profunda historia la de MUELAS DE CABALLEROS ,como lo es la admirable HISTORIA de TODA ZAMORA que sus hijos han llevado y llevan por el mundo... sembrándola generosamente con nobleza e hidalguía

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  3. Gracias, Natividad: me alegro de saber de ti. Sé que te gustan las cosas de Zamora, porque de aquí eran tus padres.Por cierto, de Zamora ha tenido que salir mucha gente para ganarse la vida. Las comarcas de Sanabria y La Carballeda son muy bonitas, pero vive muy poca gente en ellas. Es una pena.
    Este texto tiene por lo menos 15 años. Si lo hubiera escrito ahora, tendría que haber hecho referencias a los osos. Ha llegado dos, no se sabe de dónde, aunque se supone. Pero les comen las colmenas a los meleros.
    Te mando un fuerte abrazo

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