En el barco de Pere Garcimartín, Villajoyosa
El mar como remanso de la tierra
Cansado de la tierra vine al agua
del mar, como a una Tierra Prometida.
Aquí mi corazón volvió a la vida,
al beso de la luz mediterránea.
del mar, como a una Tierra Prometida.
Aquí mi corazón volvió a la vida,
al beso de la luz mediterránea.
Se alzó sobre las olas, viento y ala
de un barco sin timón, a la deriva.
Y fue potera y pez, arpón, herida,
rumor de tempestad y mar en calma.
de un barco sin timón, a la deriva.
Y fue potera y pez, arpón, herida,
rumor de tempestad y mar en calma.
Y ya sobre el azul, gaviota blanca,
sintió la sed del mar en tal medida
que quiso hacerse sol y se hizo alga.
sintió la sed del mar en tal medida
que quiso hacerse sol y se hizo alga.
Al filo de una roca puse el alma,
que fue, como la arena, sacudida
por cantos de sirena hacia la playa.
que fue, como la arena, sacudida
por cantos de sirena hacia la playa.
Del libro Tierra conmovida (1987)
Mariano Estrada
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