Rosa, desfile en hotel Montiboli, Villajoyosa, 1984
La renuncia
Frente al señuelo de tus labios
que fueron precursores de mi
fascinación por la fragilidad-,
¿qué importancia tenían
los amigos, el oro, la vitola
del arte y de la ciencia,
el ingente muestrario de la vida
con sus globos de pompa
y sus retales de felicidad?
Un solo gesto de tus manos
hubiera provocado el compromiso
formal de mi renuncia a todo.
¡A todo!
Y te hubiera ofrecido en holocausto,
el completo desleimiento
de mi encendida carne
Mariano Estrada
Del libro Amores colaterales (2006)
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