Foto: Carballeza zamorana. JMPiña
VIENTOS DE OTOÑO
Le busco al alma un refugio
para ponerla a invernar,
y de las ramas de un árbol
le pongo leña al hogar.
Así me paso el otoño,
oyendo al viento silbar,
desnudo, como ese árbol
que me he atrevido a quemar.
El frío dios del otoño
nos ha azotado a la par:
a mí con melancolías,
al árbol con huracán.
Y viendo cómo las ramas
se acaban de desnudar,
mi corazón se desnuda
para ponerse a pensar.
¿Por qué se alejan los sueños
y queda la soledad?
¿Por qué se agostan las hojas?
¿Adónde irán a parar?
Entonces miro hacia adentro
y se me ocurre al mirar
que el árbol es como el hombre,
la misma su soledad.
Que el corazón en otoño
es rama que han de dejar
las hojas, que son los sueños
y con el viento se van.
Mariano Estrada. Del libro Vientos de soledad (1984)
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