Buscar este blog

domingo, 7 de septiembre de 2025

El uno con el tres, trece. Si te parece. Cumpleaños de Martina

 

 
Martina. Foto de Patricia Estrada
 

 El uno con el tres, trece. Si te parece

Hola, Martina:
Tengo ante mis ojos un libro que se titula “12 cartas a los 12 años de Martina”. Con él quise cerrar el ciclo de tu niñez porque me había percatado de que la vida, de pronto, te había aproximado a los territorios insondables de la adolescencia. Pero las cosas son como son y no como uno las imagina, de manera que en el año transcurrido ha habido un poco de todo: ratos con tintes de adolescencia, ratos con tintes de niñez y ratos incluso con tintes de “mayor”. La proporción no la sé, ni creo que eso sea fácil de deslindar.

Martina, foto de Patricia Estrada

Así, entre pensamientos de un lado y reflexiones de otro, ha llegado tu cumpleaños nº 13, que es exactamente lo que parece: un uno y un tres.
-¿Y este año no hay carta, Mariano?
-Carta sí, la estamos escribiendo en estos momentos.
-¿Y libro?
-En cierto modo, también:  ya sabes que hace poco he publicado una Antología poética…
-¿En cierto modo? ¿De qué modo?  Ese libro no lo has escrito para mí…
-Ya, pero tanto tu mirada como tú ocupáis en él todo un capítulo…
-¿Y cuántos capítulos tiene, señor poeta?
-Diecinueve…
- ¿Y con esa pequeña zanahoria quieres que dé saltitos de felicidad?
-Jolines, Martina. Tu adolescencia empieza a ser inconformista y rebelde. Voy a dejar de ser tu mayordomo…
-No puedes.
-¿Por qué no puedo?
-Porque el vínculo que nos ata es para toda la vida.
-¿Y no me darás nunca la jubilación?
-¿La jubilación? Pero si acabo de añadir un nuevo cargo a tus numerosas funciones.
-¿De veras?
-De veras. Hace unos días jugué un torneo de tenis, como sabes. Después jugué un partido con una amiga y tú fuiste para mí una gran ayuda.
-Claro, mi presencia y mi apoyo te sirvieron de gasolina.
-¡Y tanto! Lo hiciste tan bien que acabo de darte el cargo de recogepelotas. Si tu veux, bien. Si tu veux pas, tant pis pour toi. ¿Comprendes?
-Sí, comprendo que ahora tengo dos cargos, que en uno de ellos me tengo que agachar y que solo tengo un riñón. Menos mal que mide 14 centímetros.

Martina, tenis. Foto de Patricia Estrada
 

Este diálogo -que no es literal, pero tampoco apócrifo-, de alguna forma estaba prefigurado en el libro “La mirada de Martina”. (2019) Para demostralo, dejo aquí dos poemas del mismo.
-¿Del mismo tenor?
-Sí, y del mismo libro.

Los poemas

Tus caprichos

Te digo porque yo quiero
lo que tú quieres que diga,
¿Por qué me cambias las reglas
al empezar la partida?
     Yo me someto con gusto
a tus constantes caprichos.
¿Por qué razón los renuevas
cada poco y sin aviso?
     Con semejantes vaivenes
a mí me vuelves bisojo
o me rompes la cintura
o me dejas medio cojo.
     Aunque, a pesar de estos lances,
complacerte es divertido,
porque tus cosas me matan
pero tú mueres conmigo. 

Martina, foto de Patricia Estrada


Jugando contigo

 Iré si quieres que vaya,
vendré si quieres que venga.
Y si me pides la luna,
iré en un verso a traerla.
     Porque contigo, Martina,
la voluntad se doblega,
el pensamiento se allana
y las razones no cuentan.
     Poner en duda estas cosas
es ignorar la evidencia.
Y la evidencia eres tú
con todas tus consecuencias.
     Iré si tú me lo pides,
vendré si tú me lo ordenas.
Y si me quieres ver quieto,
no habrá Titán que me mueva.

Vaya, Martina: he entrado en el campo de las despedidas, pero me he dado cuenta de que aún no te he felicitado. ¿Y qué sería una carta de felicitación sin felicitación? ¿Un plato vacío? Menos mal que las musas me han susurrado al oído lo siguiente: “Mariano, sería inconcebible que cerraras la puerta sin haber felicitado expresamente a Martina”. Y como eso es verdad, recojo el recado y te felicito con el mejor de mis deseos:

¡¡¡¡FELICIDADES, MARTINA!!!!
 
Que el siete de septiembre sea para ti un día feliz, que te sientas felicitada por todos los que te queremos, que somos muchos, y que la vida te lleve por caminos y lugares que sean dignos de ser soñados por ti.

Tus abuelos Rosa y Mariano. Los dos te deseamos las mismas cosas.
La Vila, 07-09-2025 

Martina. Foto de Patricia Estrada

2 comentarios:

  1. Preciosa Martina muchas felicidades ,que siempre disfrutes mucho de todo lo bueno que nos da la vida ,qué privilegio tienes con tu abuelo que te ama tanto que no le importa agacharse para ser tu recogepelotas pase lo que pase ahí va a estar porque eres parte para siempre de él.Felicidades !!!😘😘

    ResponderEliminar
  2. Hola, Anónimo: yo también me siento privilegiado porque puedo estar bastante tiempo con ella, verla crecer y ser un poco parte de su vida. En cuanto a las pelotas de tenis, puedo decir que aún estoy en disposición de recogerlas sin problemas, y, por otra parte, no creo que vayan a ser demasiadas. Gracias de nuevo y un abrazo

    ResponderEliminar