Foto tomada del libro "Paco Llorca, semblanzas del arte", de Mariano Estrada
Miguel Hernández estaba en todos
los recitales de Paco Llorca
En
el año 1992, con motivo del quincuagésimo aniversario de la muerte de Miguel Hernández y sin otra compensación que la
íntima satisfacción de su espíritu, Paco Llorca
le dedicó un entrañable homenaje. La figura de
Miguel Hernández destacaba sobre el elenco
de poetas de su más exigente predilección. Poemas como la Elegía a Ramón Sijé, Para la Libertad o
Aceituneros eran de una presencia constante en sus selectos
recitales. También solía incluir en los mismos mi poema "Versos”
dedicado a Miguel Hernández, con lo que
yo también me sentía partícipe de sus cordiales ofrendas al poeta: "Trozos
de cárcel y pueblo / Filos de reja y espada /¡Cuánto es el luto del hierro/
tras las paredes de España!"...
Hoy
quiere el azar que, a ocho años vista de la muerte de Paco Llorca, ambos
muertos ilustres reciban un homenaje conjunto. Creo que merecidamente conjunto.
Para ello contaremos con la poesía visual de nuestro amigo Fernando Medrano, la poesía escrita del propio
Miguel Hernández y la de quien firma estas líneas y la poesía narrativa de José Luis V. Ferris, de quien cabe destacar -al
margen de los méritos expuestos en su jugoso curriculum
-, que es un zahorí de la
belleza, un alicantino ya insigne, un confesado admirador de Paco LLorca -al
que oyó recitar en vida alguna vez- y un gran conocedor de la Obra y de la Figura del poeta oriolano,
de cuya Fundación también es miembro reconocido.
En
este leve receso de la autopista por la que vertiginosamente nos dirigimos
-nadie sabe hacia dónde-, nos vendrá bien la frescura de unas imágenes
relajantes, de unas palabras confortadoras, de unos paraísos soñados en los que
no empujan los trenes del agobio... ¿Un acto de refrigeración de las
inteligencias? Sí, un acto puro de amor, un acto de belleza reflexiva... (18-03-2000)
…Y aún
otro recuerdo: un recuerdo rendido a nuestro querido poeta Miguel Hernández en
el 50 aniversario de su muerte. Miguel Hernández ha estado presente de forma
destacada en cada uno de los recitales que Paco Llorca ha ofrecido a lo largo
de estos 15 años no solo en Benidorm (donde además le ha dedicado un recital
monográfico), sino también en Madrid, en Toledo, en Alicante o en Oslo. Sirva
este pequeño apartado como reconocimiento del hombre y del poeta, puesto que
como hombre fue íntegro y como poeta nos ha legado una obra que escribió con el
corazón y la sangre. (03-03-1992)
Os dejo
un poema emblemático del poeta de Orihuela.
Para la libertad
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
Miguel Hernández, El hombre acecha, (1938-39)
Mariano Estrada, Paisajes Literarios
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