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jueves, 19 de diciembre de 2024

Feliz Nochebuena

 

Chimenea situada en la casa de Ramiro Gómez, Muelas de los Caballeros.
Foto F. Medrano

Con este poema, que tiene tantos años, os quiero desear una Nochebuena feliz. Con una luna clara que ilumine todos los momentos de vuestra vida. Y con un fuerte abrazo

LUNA DE NOCHEBUENA

Por el hueco estrecho
de la chimenea,
se coló la luna
de la Nochebuena.

Esparció sus rayos
por la casa entera,
pero nadie había
que pudiera verla.

Recaló en los cuartos,
traspasó las puertas;
pero no vio nada,
nada, sino pena.

Polvo en los escaños,
polvo en la alacena,
polvo en la tarima
del hogar sin leña.

Y la luna triste
de la Nochebuena
preguntó a las cosas
la razón cuál era.

Pero ¡ay! las cosas,
tan calladas ellas,
se quedaron mudas
tras su polvoriencia.

En la luz difusa
de la aurora, mientras,
se perdió la luna
de la Nochebuena.

Y quedó en la casa
su constante piedra;
fría, como siempre;
sola, pero bella.

Mariano Estrada
Del libro Tierra conmovida (1987)

6 comentarios:

  1. Gracias por tu saludo, Mariano ! Igual deseo vuelve hacia vos y familia. ¡ Salud y felicidades ! Victoria

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    1. Hola, Victoria: la Nochebuena aún tiene algo de aquellas navidades de nuestra niñez: el hogar, la familia... Yo tengo de ello muy buenos recuerdos. Claro que aún queda también la ilusión de los niños, pero muy mediatizada por el negocio de los juguetes. Un fuerte abrazo

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  2. Querido pecoso, pequeñajo y rebelde de nuestra florida juventud: aprovecho la/tu publicación de este poema, de los más sonoros, más pautados, más mágicos entre tus preciosos poemas -que habla del solsticio, de la Navidad- para mandarte mi abrazo más sentido, mi beso amoroso para tu Rosa, hijos y nieta. La vida es bella y las viejas amistades imperecederas. Feliz navidad, amigo!

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    1. Hombre, Javivi: me has dado una buena alegría esta mañana. Te digo: pecosillo sí era; pequeñajo, también, lo sigo siendo; y rebelde... Pues verás, con esa cara de pillo que tenía, ¿podía ser otra cosa? Me alegro de que te guste el poema. Tus elogios me saben a miel de las colmenas de Muelas, aquellas que se llevó el PCura al valle de Josafat. Yo también te mando un fuerte abrazo y le doy el tuyo a Rosa y a la familia. Que pases, que paséis unas navidades para enmarcar. Todo ello desde mi vieja amistad imperecedera.

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  3. Feliz Navidad, Mariano. Que la cadencia de tu vida y la de los tuyos sea equiparable a la de tus hermosos versos. Que el vivir en estas fiestas y en todo lo que venga detrás, durante el año que va a amanecer, no deje de ser continuadamente poético.
    Un abrazo siempre.

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  4. Gracias, Eugenio: que tengas una Navidad tan hermosa como tus elogios y tus buenos deseos. Espero que la poesía siga fluyendo el año que viene para paliar un poco las enormes fealdades que hay actualmente en el mundo. Un fuerte abrazo para ti y para los tuyos.

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