Jardín casa, Montiboli, Villajoyosa (Alicante). Foto M. Estrada
Frases y versos: jirones
de la vida 13
1.- El frío más punzante es el que se siente en el
corazón.
2.- ¿Hay pueblo
que aguante eternamente los escarnios del hambre, la anulación completa del
orgullo, el hiriente alfiler de la desesperanza?
3.- El ejercicio de la venganza es corrosivo, el odio no
conduce a la paz y la pena de muerte se escapa a la autoridad de los hombres.
4.- Cuantos más pueblos se abandonen más debilitada
quedará nuestra memoria.
5.- Somos sucesión de los que fueron / pero nada somos, sino savia
/ de aquellos que ya son sucesores.
6.- Es gratificante saber que los años, a veces, no sólo no agotan
la ilusión, sino que se alían con ella para fortalecer el espíritu.
7.- ¿Hay algo más hermoso que vivir para el amor, tenerlo por
costumbre, ganarle esa batalla al egoísmo?
8.- La noche no es culpable de que todo lo veamos tan
negro. La oscuridad del espíritu puede sobrevenirnos a plena luz del día.
9.- Yo creo profundamente en el hombre, no solo como
vencedor de las batallas que constantemente libra el mal contra el bien, sino también
como ser capacitado para asumir el dolor, purificarse y superarlo.
10.- El hecho de escribir poesía conlleva un compromiso
con la vida que el poeta no puede eludir y que puede llegar a ser duro.
11.- Con la razón se puede encontrar el equilibrio y las
proporciones. Con la justicia se puede mitigar el dolor y reparar en cierta
forma los daños. Con la buena voluntad se puede conseguir que los caminos hacia
la paz se vayan abriendo poco a poco en el corazón de las personas.
12.- Da pena ver a especuladores y mangantes llenando los bolsillos a costa de las
debilidades ajenas. Y más que pena, da asco. Y más que asco una profunda
náusea.
13.- Es de noche aún, pero ya despunta el alba en el
lejano horizonte. Te miro con mucha devoción, con gozo interminable. Tu rostro
es el claro amanecer que me susurra al oído estas palabras: ven, adéntrate en
mis ojos y puéblalos de vida.
14.- Yo no soy experto en botánica, pero me apasionan los
árboles, a los que me encanta subir; las
plantas, que me gusta contemplar; y las flores, que me cautivan los ojos y el
espíritu...
15.- Si la razón no puede responder a los interrogantes
últimos del espíritu, la entrega de éste a la irracionalidad es inevitable y
hasta lógica. Pero, ¿qué hay al final de ese camino? Absurdidad e impotencia.
De ahí puede surgir de nuevo la fe y la esperanza. Pero una y otra estarán
inducidas por el horroroso miedo al vacío.
Mariano Estrada www.mestrada.net
Paisajes Literarios
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