Tossal del Meno, Villajoyosa, Alicante. Foto M. Estrada
Un amor sin mácula
La cadencia pausa de estas horas
en las que silban vientos pasados
que ya son polvo de tumba,
me manda los vapores de una tenue resurrección
que me recuerda tu cuerpo.
Era un tiempo denso de malvas y zarzamoras,
de lunares cárdenos sobre tus muslos de nieve,
un tiempo elemental de pies desnudos
y vestidos desharrapados,
de mariposas púdicas
sobre flores exultantes y multiplicadas,
de versos depositados
en las corrientes últimas del día…
El recuerdo es puro, como pura fue la lengua
con la que hicimos juramentos
más allá de lo que es imaginable.
¿Qué rayo nos cayó desde qué nube
para impedir unos besos que otros dieron por ocurridos
cuando éramos ya fruta madura?
Del libro Azumbres de la noche (1993)
Mariano Estrada www.mestrada.net
Paisajes Literarios
Lograda poesía. Somos parte de una misma resurrección que nos conduce al cuerpo.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Jorge: todo nos remite al cuerpo. Por suerte o por desgracia, todo lo que tenemos está embutido en él. Un abrazo
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