Pablo Gallego, en un momento de la presentación. Foto JM Piña
Discurso analítico de
Pablo Gallego en la Presentación de POECANCIONES DE AMOR
PRESENTACIÓN DE “POECANCIONES DE AMOR”
(Aproximación a un análisis del texto)
La primera
impresión que se percibe al comenzar la lectura del libro, tanto en el prólogo
como en la nota preliminar, deja meridianamente clara la intención del libro:
la plasmación de esos sentimientos comunes a jóvenes y mayores, mujeres y
hombres, que están relacionados con los sentimientos amorosos de
descubrimiento, inicio, estado y final del hecho amoroso.
Otro aspecto
importante para la comprensión y análisis del libro es su pretensión de ser
soporte de posibles canciones musicales. Es esto especialmente importante para
considerarlas dentro de una necesaria sencillez en la forma a fin de no atraer
una excesiva atención sobre la letra.
Esta simplificación o adaptación se va a extender a todos los campos analizables:
este libro tiene que plasmar sentimientos, casi siempre amorosos, que sean
entendidos por un público muy amplio que pueda identificarse en sus vivencias
con el autor.
El autor del
libro, Mariano, se coloca en una posición de trovador-juglar que nos pinta o
describe vivencias para buscar nuestra identificación al modo que el juglar
pretendía que el público lo hiciese con sus canciones y participase de ellas.
La estructura del
libro es muy próxima al lector con esas explicaciones introductorias en las que
Mariano nos describe qué vivencia o recuerdo
motivó el poema y cómo lo ha construido. En este sentido, y esclarecedor
para entender el libro, hay que tener en cuenta su carácter de producto HÍBRIDO
del libro entre poema y canción, es decir, POECANCIONES, poemas que pueden llegar
a ser musicalizados. Por eso, todos los poemas son breves, a excepción de LA
RESISTENCIA, pág. 93-95. En todos ellos, en la mayor parte, la estructura de
cada poema guarda una disposición clara y comprensible para el lector: una
pequeña descripción, una narración y un desenlace que cierra y remite a menudo
al título en una clara estructura circular de cierre sencilla para el lector y,
posiblemente, para el auditor.
Aunque el libro
está todo él escrito en una disposición poética, el autor no se ve obligado a
seguir académicamente los dictados aplicables a una poesía rígida. Sólo le
interesa de la poesía el ritmo, una cierta rima asonante, alternancia de versos
según el desarrollo del poema. Eso sí, tiende siempre al verso de arte menor,
más sencillo, y otros que recuerdan las formas más populares de los inicios de
la literatura popular: villancicos, con los versos de vuelta, que le sirven
para matizar sus vivencias. Ej. “UN DÍA CUALQUIERA”. Pág. 82. No obstante, el
autor muestra su dominio de las estructuras métricas en algún poema. Baste el ejemplo
de “ANDAR SIN RUMBO”, Pág. 85.
Desde el punto de
vista del uso de la lengua, el autor tiende al uso de sustantivos y
sustantivaciones en tanto que son los portadores de la idea, de la vivencia,
del concepto que quiere transmitir. Son la relación que establece con sus
lectores. El tipo de sustantivos, casi siempre en su significación común,
denotativa, aproxima el texto y, si emplea algunos con significados añadidos,
son familiares al lector. Ej::”vereda, sendero, vida, “BÁJAME AL SUELO” (19).
Pero no es muy utilizada la metáfora, porque, consecuente con su plan, el autor
prefiere la sencillez al efectismo de la metáfora. Se vale del sustantivo como
técnica descriptiva a modo de travelling cinematográfico para ambientar el
poema: “las diez, un restaurante, un rincón del fondo, una balada, … y nosotros” UNA NOCHE DE AMOR (26) o “ la
cama, la extensión del salón, la luz escasa, el frío insoportable”. Hay una
clara intención de contextualizar la obra con el empleo de términos como: IVA,
Big Bang, Guardiola, “se cansen los relojes”, (Pillado por la obsesión, 42). El
autor establece sus propias equivalencias significativas relacionadas con lo
somático: OJO por “mundo entorno o “gato” o leña cargados del significado
contextual fácil de entender.
Es destacable el
uso que hace de los pronombres, YO, TÚ, NOSOTROS, que se cargan de significado
en cada poema al no tener un significado constante al modo del sustantivo
y que pueden ser sustituidos por el yo, tú, nosotros de cada
lector-auditor que se identifique con el hecho descrito. Estos pronombres y sus
correspondientes posesivos son muy precisamente utilizados por el autor
buscando la complicidad del lector: “
tu boca
para mi hambre
tus ojos
para mis sueños” “BÁJAME LA SUELO” (19)
En el poema, la
adjetivación es escasa y casi siempre especificativa del sustantivo, Como
renuncia a la metáfora en el sustantivo, también lo hace con la pura
ornamentación del adjetivo calificativo. Al autor le interesa la precisión, el
concepto. Pero no le es desconocido este uso ornamental del adjetivo. En alguna
introducción de poema vemos ejemplos como: “y tan bellas, y sentidas, y
trastocadoras y hormigueantes y disparatadas (49)
En cuanto al modo
y cantidad con que emplea los verbos, hay que hacer notar de nuevo que la mayor
parte de los poemas se sitúan en un pasado puntual y por eso es muy abundante
el pretérito perfecto simple -o indefinido- que coloca la acción en un pasado
cerrado, terminado: “terminaron, mantuvimos, acariciaron, recorrimos…” “AGUA
ENAMORADA” (26). Los poemas describen vivencias y el modo en que las refleja es
el indicativo o modo de la realidad, sólo sustituido en algún poema
intencionadamente por el imperativo del diálogo y el TÜ, cuyo ejemplo más claro
es “BAJAME AL SUELO”(19). El infinitivo es frecuentemente utilizado por su
carácter de sustantivo verbal: “no tenerte es morir (MI VIDA CONTIGO, 48) y
caminar y caminar” (QUIERO VOLVER A ESE MAR, 55). En general, suele emplear
verbos simples. Pero, cuando decide emplear la perífrasis, lo hace con gran
fuerza significativa: primero carga de significado el verbo con la perífrasis
“AYER PUDE QUERERTE, pasado indefinido marcado con el “ayer”, HOY YA NO PUEDO”,
presente marcado por “Hoy”. Nótese cómo ha dejado sólo el verbo auxiliar, pero
cargado de la significación de la perífrasis. Está referido al poema YA NO VALE
(21)
Cuando se termina
de leer el libro con alguna vuelta atrás para releer algún poema que recuerda
otro anterior, da la sensación de que fuera la obra de un arquitecto que, a la
vez o después que construye importantes edificios, se ha propuesto variar,
hacer una obra distinta, que pueda ser querida por un gran público. Esta es
POECANCIONES DE AMOR.
Pero la técnica
literaria tan atildada remite a un arquitecto que sabe construir otro tipo,
otra variante de poesía, profunda, de
temas diversos, como “HOJAS LENTAS DE OTOÑO” o “TROZOS DE CAZUELA COMPARTIDA”,
ya el título anuncia su profundidad lírica; o como “GOTAS DE HIELO”. Estos son
ya poemas trazados sin la limitación física de las poecanciones y en ellos se
aprecia no voy a decir que el sentimiento y las formas de un gran poeta, porque
es amigo mío, pero sí la poesía de un poeta que siente y transmite y cuyo valor
cada uno deberemos analizar.
Pablo Gallego
Pablo Gallego, JM Díaz y M. Estrada. Foto Javier del Vigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario