Los ganadores del Concurso de Cuentos Ciudad de Villajoyosa y discurso del Presidente del Jurado

 Mariano Estrada, en un momento de su discurso

Los ganadores del Concurso de Cuentos Ciudad de Villajoyosa y discurso del Presidente del Jurado

El cuento ganador fue el titulado Docencia filosófica de José Manuel Moreno Pérez, de Madrid. Esta obra, premiada con 2.000 euros, narra de un modo humorístico las reflexiones de un padre, que es profesor de filosofía, ante el comportamiento gamberro de su hijo de dos años y las vanas pretensiones de que sea la filosofía de Nietzsche quien haga reflexionar al pequeño. El accésit, dotado con 1000 euros, fue para la obra El duelo de Daniel Solar Boquera, de Cambrils, Barcelona.

Miembros del Jurado:
Presidente: Mariano Estrada. Secretaria: Loren Company. Vocales: Mario Martínez, Mariano Sánchez, Annabel Villar, Manuel Palazón, Nicolás Pardo, José Carlos Gil y Jesús Moreno 

Discurso del Presidente

Sr. Alcalde, Sra. Concejala de Cultura, Sres. Concejales y miembros de partidos políticos, organizaciones y público en general.

Celebramos en este acto el fallo del Concurso de cuentos Ciudad de Villajoyosa en su edición nº 41, correspondiente al año 2017. Y lo hacemos en unas condiciones económicas precarias. La concejala de cultura, Mª Ángeles Gualde –que tiene muy buena disposición y muy buena voluntad- nos pidió a los miembros de este jurado una colaboración desinteresada. Le dijimos que sí porque creemos que la causa lo merece. Lo que no sabíamos es que se iban a presentar tantos concursantes y que íbamos a tener, por miembro, unos 250 cuentos de apremiante lectura, tan apremiante que ha habido que aplazar la fecha del fallo por falta material de tiempo. Pues bien, los miembros de este jurado esperamos que el Ayto. de Villajoyosa incluya, o haya incluido ya, en la dotación presupuestaria del ejercicio del año 2018 los óbolos necesarios para compensar el esfuerzo de nuestras retinas, abrumadas este año por la avalancha de más de 50.000 renglones por barba.

No obstante, quiero indicar que ser miembro del Jurado de este Certamen es un honor para todos nosotros, y añado que para mí lo es especialmente, ya que, por encargo de la Concejalía de Cultura, ocupo el sillón de Presidente, sustituyendo así a don Enrique Cerdán Tato, eminente escritor y periodista y figura destacada de las Letras Valencianas, que, por encima de avatares, contingencias y vicisitudes, se mantuvo en el cargo hasta su muerte. Una muerte ocurrida el 23 de noviembre del 2013, cuando llevábamos dos años sin celebrar el Concurso a consecuencia de esta crisis ecuménica -y no solo económica- que lo ha suspendido casi todo y en la que llevamos sumidos 10 largos años.

El señor Cerdán Tato fue, junto con su amigo y compañero de trabajo Felipe Ramis, el fundador del  Concurso en el año 1966. Un concurso que nació según la expresión de sus fundadores, “con el ánimo de buscar una narrativa de vanguardia de calidad y que aportara novedades a la literatura española del momento". Tenían la idea de que la literatura española del momento surgía de unas plumas que estaban más atentas a la ideología dominante, es decir al régimen, que a la estricta calidad literaria. Y querían sumar un contrapeso a esa realidad existente, que, por cierto, en aquellos años ya empezaba a tener algunas grietas por donde se colaban los buenos sorteadores de la censura.

El Concurso se extendió como la pólvora no solo por España, sino también por todos los países de su entorno lingüístico, de los que procede un porcentaje muy alto de participantes. En este sentido, podíamos decir que el Concurso ha sido todo un éxito en el pasado. Vamos a hacer un esfuerzo para que siga siéndolo en el futuro. Lo que podemos decir en el presente es que ya forma parte del Patrimonio cultural de Villajoyosa.

Yo sugerí al Jurado de 1997-1998, del que en la actualidad quedamos solo dos miembros, que este prestigioso Certamen que lleva el nombre de “Ciudad de Villajoyosa” llevara también el de Enrique Cerdán Tato. La sugerencia no prosperó, pero la hice con sinceridad y con la mejor de las voluntades. Sean estas palabras un pequeño, pero muy merecido, homenaje.

Quiero recordar también a otras personas que han sido miembros de este Jurado y han puesto su prestigio al servicio del Concurso, entre las que están José Carlos Rovira, Miguel Ángel Lozano, Enrique Jiménez, Carmen Alemán y Javier Carro, todos ellos catedráticos o profesores de la Universidad de Alicante, además del escritor y biógrafo de Miguel Hernández José Luis Ferris y del poeta local José Payá Nicolau, etc.

Finalmente, quiero decir que una de las razones, aunque no la única, por las que se hace interminable la lectura de las obras presentadas es el nº de folios admitido, que actualmente se limita a un máximo de 8 por ejemplar y por una sola cara. El jurado ha tratado hoy este tema, llegando a la conclusión de que cuando hay algo que decir se puede decir perfectamente en una menor extensión. De hecho, entre las obras presentadas, hay algunas que vienen en un solo folio, o en dos.

Yo creo poder corroborar esta tesis con la lectura de un cuento tan corto que no llega a ocupar ni una cuartilla. Con planteamiento, con nudo y con desenlace, como deben ser los cuentos que se precien.

Amor: ¿realidad o sueño?

Pues veréis, un día ya lejano, que en cierto modo puede ser ayer mismo, se sentó a mi lado una joven de edad bien definida, pero escasa. En años, no más de diecisiete, si es que los años se computan por la tersura de la mirada, que era transparente a la vez que misteriosa. Hablamos durante largos minutos, acaso largos días y semanas, incluso largas centurias. Ya sabéis que cuando uno se enamora el tiempo se funde con la luz y todo se hace presente. Y en un momento concreto de la conversación, que no obstante era finita, me sentí empujado a decir:
     - Te amo desde el instante en que te sentaste a mi lado.
     Y ella, adornada de una sonrisa subyugadora, me dijo:
     - ¿Y antes no?  
     - ¿Antes? –respondí sorprendido-. ¿Cuándo, si no te conocía?
     - ¿Estás seguro? –repuso con aire misterioso-. ¿Acaso no me soñaste antes de ayer, y la semana pasada y la anterior y doce mil noches atrás? ¿Acaso no has estado soñando conmigo durante todos los días de tu vida? ¿O tal vez me he equivocado de hombre?
     - No –repuso por mí una voz convencida y convincente-. Soy yo, soy yo... Te conozco desde los presentimientos del amanecer, que están en las proximidades de la eternidad.
     Y entonces nos amamos hasta la extenuación, que es el punto exacto en el que los enamorados se detienen para reponer el aliento.

Muchas gracias a todos

Mariano Estrada, Villajoyosa, 16-03-2018