Rosa Corrales
Sumisión
Supe que te amaba porque en mis ojos, en mis manos y en mi frente se había depositado la serenidad y la calma. Solo quería estar contigo y hacer exactamente lo que tú hicieras, ser un trozo de ti, algo que se agitara con tus movimientos. Mi deseo más grande era unirme a ti hasta alcanzar la supeditación amorosa.
Y fue en ese momento cuando te dije: Átame a las rejas de tu balcón y acógeme por siempre en esta dulce jaula.Mariano Estrada
Del libro Rosa entre las rosas: cuarenta
años de amor (2014)
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