Amanecer en el Mediterráneo. Foto de María Robles
Un estado del alba
Se me abre la mañana
con un beso de luz y de dulzura.
El día ofrece al sol
un horizonte rojo
de fuego y de belleza
y en mi frente se posa la caricia
de un aliento dormido.
El rocío embellece
la hierba del jardín
y las hojas tupidas de las plantas.
Los reflejos del sol,
sobre la extensa
llanura del Mediterráneo,
se meten en mis ojos
como un asedio múltiple de espejos.
Espejos que desvío hacia tu rostro
para mirarte con delectación
y penetrar tu alma.
Mariano Estrada
Del libro Las orillas del mar (2013)
¡Precioso poema! Me encanta. Gracias por recordarme. Un abrazo bien fuerte.
ResponderEliminar