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lunes, 18 de febrero de 2013

Reivindicación de la memoria en la presentación de Animales en el corazón



 Miguel Escrig y Marta Llinares. Foto F. Medrano

 
Juan Manuel Díaz, Mariano Estrada y Joan Piera. Foto de Fernando Medrano


Esta fue una parte del discurso pronunciado por mí en el acto de la presentación del libro Animales en el corazón que tuvo lugar el pasado sábado 16 de febrero en el salón de actos del Centro social Llar del pensionista en La Vila Joyosa. El resto consistió en unas leves indicaciones sobre el libro y en una pequeña semblanza de cada uno de los presentadores que pondré en otra entrada.

Si alguien quiere adquirir el libro puede hacerlo aquí:


Reivindicación de la memoria

Contra todos los vientos y todas las mareas del mundo vamos a presentar un nuevo libro. Se titula Animales en el corazón y no es otra cosa que la plasmación en el papel de determinados recuerdos entrañables de una patria perdida, es decir, una reivindicación de la memoria. Porque las patrias se pueden perder, como es obvio, pero si la memoria permanece, es probable que ésta alimente la ilusión, y la ilusión es el cayado en el que se apoya la esperanza.

Es verdad que en un mundo tan desquiciado y desnortado como el nuestro la esperanza tiene los caminos truncados. Pero  todos nosotros, incluso aquellos que tienen el ánimo más alicaído, llevamos latentes en el espíritu un montón de retoños. Y sabemos, porque lo vemos todos los días en la naturaleza, que los retoños -y hablo ahora de retoños vegetales, como metáforas-, crecen  en las cepas de los árboles heridos, incluso en los heridos de muerte, porque es ahí, pegada a la tierra, donde tiene su arraigo la memoria.
De manera que, al tiempo que vamos corrigiendo los enormes desaguisados que existen en el mundo y  que golpean nuestras conciencias y vacían nuestros bolsillos, tenemos que ir reconstruyendo los caminos alternativos de la esperanza, que son aquellos por los que debemos transitar en el futuro, con una  implicación directa e indispensable para que podamos tener una mayor alegría, un mayor sosiego y una mayor  seguridad.
Caeríamos en un grave error si, llevados por el miedo y la desesperación, nos dejamos arrinconar por esta mala situación social, política y económica, de la que hay que salir con apelaciones a la honradez, a la igualdad y a la justicia, desde luego, pero también con estímulos a la creación, a la imaginación, al arte, a la generosidad, a la memoria,  al reconocimiento, a la convivencia.
Somos nosotros, los que no tenemos del todo raída la conciencia por los efectos de la sobreabundancia material, por la grasa de la comodidad y la corrupción, por la codicia del dinero, los que debemos impedir que los trenes de un progreso mal entendido nos lleven a lugares donde el espíritu se encoja y finalmente se ahogue. A cambio, debemos ser capaces de  crear alternativas  más modestas, pero más reconfortantes para el cuerpo y el espíritu, o sea más humanas, más valiosas,  que nos lleven a lugares en los que todos veamos la utilidad propia entre la felicidad de los demás.

Mariano Estrada www.mestrada.net  Paisajes Literarios

2 comentarios:

  1. Ojalá muchas personas pudieran verlo con esa claridad mental ,enhorabuena por la presentación de tu libro que ya tengo la suerte de haberlo adquirido y por este precioso discurso ,besos

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  2. Hola, María Luisa:
    Creo que las cosas han empezado a cambiar. Hay mucha gente que ha abierto o está abriendo los ojos. El problema es que todo lo tienen atado y bien atado.
    Pero que no se confundan: puede que la cuerda se rompa por donde menos lo esperan.
    En el Blog de Paisajes Literarios he colgado la pequeña semblanza que hice de los presentadores.
    Gracias y un abrazo

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