Justel, Zamora. Foto Mariano Estrada
Este poema fue escrito en 1972, pero su publicación
no se produjo hasta 1984, que es cuando publiqué
mi primer libro, titulado Mitad de amor, dos cuartos de querencias. Estaba
muy reciente la sangrante herida de la emigración, que yo reflejé de este modo
sencillo.
La aldea
Se fueron los hombres,
dejaron la aldea.
Y queda un anciano
que vaga
las calles desiertas.
Se fueron los niños,
quedó la tristeza.
La sufre un anciano
que tiene
cariño a la tierra.
Y quedan paredes
de barro y de piedra.
Y viejos maderos
cruzados
que sellan las puertas.
Se parten los años
lesiones y grietas.
Rebaños de alcobas
desnudas
detrás de las rejas.
Afloran los patios
matojos de hierba.
Se duele el tejado
del agua
que burla las tejas.
El campo baldío
de abrojos se puebla.
De abrojos que cubren
caminos,
senderos y sendas.
Testigo es el monte
de gentes y huellas.
De fuentes y cosas
habidas
que ya son ausencias.
Se fueron los hombres,
quizás ya no vuelvan.
Las casas se cubren,
vacías,
de cielo y estrellas.
Se fueron los niños,
¡Benditos que sean!
Lo dice un anciano
que sabe
decir cosas bellas.
Del libro Mitad
de amor, dos cuartos de querencias (1984)
Mariano Estrada www.mestrada.net
Paisajes Literarios
¿ Qué tal, Mariano ?
ResponderEliminar¡ Y sí! Cada quien con sus pensamientos puede, ante determinadas situaciones, transportarse mentalmente a recuerdos que afloran merced a determinados disparadores de emociones.
Y esta poesía tuya,La aldea, con esa imagen, me retrotrajo a vivencias personales muy atesoradas en mis sentimientos.
Y ya que estaba emocionalmente involucrada en el tema, me dije: ¿ Por qué no hacer una edición
audio-visual con esos elementos disponibles ?
Así surgió la idea de este powerpoint, que acabo de elaborar y que por correo privado te lo enviaré como obsequio a tus virtudes poéticas-fotográficas.
Desde esta parte del Atlántico,hacia el Mediterráneo, va este fuerte abrazo.
Victoria
Me pasa lo siguiente : Me quedo mirando la foto, leyendo nuevamente, miro fijamente algo de aquí a mi alrededor, el techo, la luz de la lámpara de buró pensando qué comentar aquí.... pero no es que la luz no me llegue, es que no encuentro las palabras que expresen bien bien mi emoción ante tu poesía poeta !
ResponderEliminarUn abrazo !
Gracias, Victoria:
ResponderEliminarComo sabes, he recibido y he visto el magnífico PPS que has hecho con este poema. También lo he puesto en la lista de amigos. La emigración, de una forma o de otra, es un hecho corriente en la Historia y se da prácticamente en todos los paises del mundo. Supongo que ahí entran también las vivencias a las que te refieres en tu comentario.
España la sufrió en los años 60 y 70 del siglo pasado y, si bien de otro modo, la está volviendo a sufrir en este momento. El poema La aldea se refiere a la mencionada en primer lugar, que yo viví muy de cerca pues afectó de lleno a nuestra familia, a nuestro pueblo, a los pueblos del entorno y, en general, a todos los pueblos de España.
Gracias y un abrazo
O sea que te quedaste desverbada, querida Ángela. La verdad es que si se piensa detenidamente, el de la emigración es un tema angustioso. La necesidad obliga a irse a la gente sin saber muy bien adónde, sin conocer las costumbres ni el idioma del país al que llegan. Y sin embargo se suele salir adelante.
ResponderEliminarMe consta que el primer paso es muy difícil de dar. A nadie le gusta tener que dejar una casa y unos lugares en los que ha vivido toda la vida y donde ha echado raíces.
Tu comentario es la mar de sincero. Me ha gustado.
Un abrazo
Me gusta tu texto. Aunque no soy lector de poesía admiro la capacidad del poeta de decir tanto en tan pocas líneas. Interesante lo relatas en tu poema. Una historia conmovedora y vigente.
ResponderEliminarGracias, Walter: se trata de un poema que tiene más de 30 años y que, sin embrago, sigue teniendo vigencia. Y no solo eso, sino que, en cierto modo, está de rabiosa actualidad. Y digo en cierto modo porque la emigración de hoy en día es un poco distinta a la emigración de los años 60, que es la que relata el poema.
ResponderEliminarUn abrazo