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jueves, 1 de agosto de 2013

Una mirada por el retrovisor. Sexta parte



Fragmento del Guernica. Tomado de internet sin ánimo de lucro


Una mirada por el retrovisor. Sexta parte

Frases y versos jirones de la vida 16

1.- Actualidad de la cultura y del arte en España

Ésta es, grosso modo, la situación de la cultura y del arte en España: La poesía no cuenta, el teatro está enfermo de gravedad, la pintura sobrevive al obsceno mercadeo de caprichosos millonarios, de la literatura no se sostiene casi ni la novela, el cine depende de unas subvenciones cuyo mantenimiento se ha demostrado  imposible, la música ha perdido a sus grandes aliados en estos últimos años: me refiero a los ayuntamientos y otros organismos públicos que patrocinaban recitales a mansalva, construían grandiosos auditorios  y dilapidaban  montañas ingentes de dinero.  La crisis ha enterrado a la gallina de los huevos de oro, y ahora se ve con claridad que el arte y la cultura no pueden echarse alegremente en manos de la política, porque ésta es un cúmulo de vaivenes, de servidumbres, de caprichos, de chantajes, de compadreos, de corrupciones, de ignorancias, de contingencias, de eventualidades, de coyunturas… Y es que al final de la adhesión inquebrantable al poder y al dinero no hay otro poso que la resaca biliosa y la escoria pestilente. (2012)


2.- Amanecer

El gallo me despierta bruscamente. Sobre las crestas del  mar levantan su vuelo las gaviotas. Es la hora del sol y del trabajo. Comienza en los relojes la cara más prosaica y más penosa del día, que yo comprendo muy bien porque me debo al pan. ¿Al pan? ¡Qué leche! Me debo a la garganta del consumo: ese pozo sin fondo del que sé que no saldré hasta que el dinero nos separe. (2001)

3.- Primavera

En este ahora preciso -reflexivo instante de un tiempo insatisfecho-, necesito la erupción primaveral, con su explosión de júbilo y de yemas; la ternura del árbol y sus lenguas de candor y de virginidad; la abeja encaramada en sus montañas de libación, la miel, su olor premonitorio... Necesito las hierbas de los prados, sus aguas subyacentes, como mares de ensoñación; las faldas de los montes, que vierten arroyuelos de cristal y enternecimiento... Y la flor, la intensa plenitud de una belleza indescriptible, pero múltiple y generalizada, ante la cual me reclino, largamente, con la humildad del que sabe que es depositario de un gozo. (1996)

4.- El relincho de Rocinante

Demostrando  que en algunas ocasiones lo que ocurre en nuestra casa se ve mejor desde fuera, un zamorano exiliado, de nombre León Felipe, oyó el relincho más hondo que un caballo haya dado en el mundo: un caballo manchego que, desde Cervantes hacia acá, ha venido aguantando el esqueleto íntimo de España. En los sensibles oídos del Poeta,  el relincho de Rocinante adquirió la onomatopeya extraña de la Justicia, porque ésa,  entre otras cosas, fue la tilde que le había dado  Picasso, otro genio del éxodo... (1996)

5.- Reflexión ante una fotografía crepuscular

La tarde se percibe como un césped de paz donde las hojas duermen. La belleza apura el instante que precede a un inminente desmoronamiento, acaso a un merecido descanso.  La imagen -una plaza de chopos con lindes en la noche-, exige un haz de luz para que el marco circundante -geometría pétrea de apariencia estéril-, se refleje en la mirada como un vientre íntimo de vida. Así se alejará la soledad y, lentamente, pero ya sin miedo a la sombra, volverá a reconstruirse la esperanza. (1996)

6.- Sobre el matrimonio

Aparte de las aguas de rabión y turbulencia, a las que uno se arroja sin pensar en los primeros auxilios, lo mejor que puedo decir del matrimonio es que llevo veintiún años casado. Por ellos ha pasado la lógica y ha dejado un poco de todo: amor, desencuentro, tribulaciones, papanatismo... A fin de cuentas, y salvando lo que diga después, el matrimonio es un empeño común que consiste en desplegar energías para llegar a una compartida calma de viejo. En medio están los hijos que, como amados retoños que crecen en la sangre, son los más claros exponentes de un inevitable declive. Lo cual, llevando bien las cosas, produce unos ribetes de alegría sobre un fondo de conformidad y consuelo. (1996)

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

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