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domingo, 13 de mayo de 2018

Presentación del libro VIENTOS DE SOLEDAD


Cartel diseñado por Lalo F. Mayo sobre foto de portada de Fernando Medrano


Presentación del libro VIENTOS DE SOLEDAD
                                                               


                                                    Participan

Dos estrofas del poema Vientos de soledad

Me despierta el aire,
me despierta el viento,
todas las mañanas
y a cada momento.

Oigo tus quejidos,
oigo tus lamentos,
oigo que estás sola,
sé que estás sufriendo…

  
Fragmento del prólogo:

…Pues bien, Vientos de soledad fue escrito precisamente en 1984, un año que, política y socialmente, seguía enmarcado en un tiempo de ilusión, de progresión y de consolidación democrática. Obviamente, la vida interior de cada uno, además de las citadas inquietudes políticas, sociales y ciudadanas, estaba concernida por otros muchos factores. La mía lo estaba, grosso modo, por el trabajo, el amor, la familia, la poesía, los sueños y los amigos. Pero también, y paradójicamente, por un fondo ancho de soledad que se canalizaba a través de la literatura y que, visto desde ahora, se me hace bastante sorprendente e incluso incomprensible (*). Lo que quiere decir, quizás, que la soledad es el estado más probable del hombre, por mucho que nos empeñemos en correr detrás de quien es esencialmente otro con la idea de transmutarlo en uno mismo mediante la operación mágica del amor.
     (*) Es remotamente probable que el hombre más ocupado del mundo no tenga espacios blancos en su cerebro destinados a llenar de intimidad. Y es ahí, en ese tiempo propio, donde el hombre descubre su soledad y, más allá de su soledad, su ineptitud para entretenerla. Entonces vislumbra con horror que su rutina diaria es una prolongada muleta en la que se apoya para irse alejando de sí mismo.


Cinco estrofas del poema Soledad de soledades

Qué juntos convivimos y qué solos
buscando por doquier una mirada,
soñando cada noche una caricia,
dejando en algún sitio alguna lágrima.
  …00…
Qué solos por envidias y por celos,
qué solos por rencores y por trampas,
por ser incomprendidos por los otros,
por no reconocernos en las almas.
  …00…
¿Por qué la soledad, por qué el vacío,
por qué la indigestión de la palabra?
¿Por qué la indiferencia, por qué el tedio?
¿Por qué pasamos hambre en la abundancia?
  …00…
¿A dónde está la fe que nos reúne?
¿Cuál es la religión que nos separa?
¿A qué filosofía naceremos
si nace antes la ley para matarla?
  …00…
Qué triste soledad la que se impone
maneras de vivir para matarla,
llenándose de labios que no besan,
cubriéndose de brazos que no abrazan…

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

6 comentarios:

  1. mucha suerte Mariano ...me encantó estas cinco estrofas!!!te quiero mucho Ojalá pudiera estar ese día en la presentación Mar

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  2. Hola, Mar: vas a poder leer el poema al que pertenecen esas cinco estrofas, ya que acabo de enviártelo por correo electrónico. Gracias por tu amor declarado, yo también te quiero. La presentación del libro será como tú te la imagines. Un abrazo y un beso

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  3. Estimado Mariano:Qué buena notícia.Un logro literario más y van.......Gracias por compartir este acontecimiento que habla de tu irrenunciable condición de autor y poeta. Por supuesto que estaré atenta a la fecha indicada y ahí nos tendrás a Mar y a mi, sentaditas en primeras filas acompañándote virtualmente y aplaudiéndote desde el afecto.Un cálido abrazo y las felicitaciones por este acontecimiento. Victoria

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  4. Y van 24 libros, Victoria. Eso quiere decir que ya hay detrás una obra extensa, pero también que vamos tirando a mayores... Gracias por esa asistencia virtual y por ese apoyo sincero. Quedan reservadas las butacas. En todo caso, tendrás noticia de lo que ocurra ese día. Un abrazo desde el Mediterráneo.

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  5. Mariano, sin haber leído ni el fragmento , ni los versos...alguna vez te manifesté en pocas palabras ese estado tan terrible de la soledad. Pero, a mí me encanta aunque duela.

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  6. Lo recuerdo, Sofía. A mi modo de ver, hay dos tipos de soledad. La que buscamos y la que se nos impone.

    Tengo dos soledades,
    amada una,
    otra temida.
    De las dos soy la casa
    donde ella viven
    sin ser amigas.

    Un abrazo

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