Buscar este blog

lunes, 7 de septiembre de 2020

Felicitación a Martina. Hoy cumple ocho años

 

Martina, poco después del confinamiento, en la playa del Paraíso, Villajoyosa

Felicitación a Martina. Hoy cumple ocho años

Querida Martina

Hoy se han juntado dos acontecimientos en tu vida: tu octavo cumpleaños y la vuelta al cole. Los dos son importantes para ti, y también para nosotros. Ayer quise saber si te alegrabas de volver al cole y me dijiste que sí. A mí me ha parecido un buen síntoma. Si me hubieras dicho que no, hubiera pensado que algo no funcionaba muy bien. Y es que en el cole no solo están tus compañeros, sino también sus amigos. Es verdad que a algunos de ellos los has visto después del confinamiento, pero ha sido ocasionalmente, lo que no es igual que verlos todos los días. Además, a otros no los has visto desde marzo, lo que es una pequeña eternidad. Así que toca verlos ahora y volver a estar con ellos, aunque sea repasando las lecturas de algún libro o entonando las tablas de multiplicar. Ya vendrá el recreo con la rebaja y entonces empezaréis con el rosario de vuestra vida. Madre mía, las cosas que tendréis que deciros...

En tu caso, además, recibirás un montón de felicitaciones por tu cumple. Para entonces, nosotros ya te habremos felicitado unas cuantas veces y tú estarás la mar de contenta. Ya son ocho años, Martina, estás en tercero de Primaria y hoy tu corazón va a deshacerse en emociones. Tiempo habrá para otras cosas a lo largo y ancho del curso.

El año pasado por estas fechas te regalé un libro que escribí para ti: “La mirada de Martina”.  En él hay un poema titulado “Al cole”. ¡Qué normal era todo entonces! ¡Quién iba a pensar que este año las cosas serían tan complicadas!

Te lo dejo aquí y con él te felicito otra vez, que no será la última. Mi mejor deseo para este año es que ningún virus, con corona o sin ella, nos obligue jamás a cerrar las puertas de ningún colegio. Ese es el deseo, espero que la realidad se le aproxime en un porcentaje muy alto.

El poema

Al cole

Cada mañana,
mi mirada se pierde
por la ventana.
 

Miro hacia el mar
y los ojos se me abren
de par en par.

Tengo la pena
de no escuchar el canto
de una sirena.


El desayuno
se alza a mis espaldas
inoportuno.

 

Está que arde,
pero una voz me grita:
¡Llegamos tarde!

 Aunque… llegamos.
Remando con las piernas

y con las manos.

Estoy tranquila,
llevo mis ilusiones
en la mochila.

Del libro La mirada de Martina (2019)

Felicidades ocho veces seguidas. Con ochenta abrazos y ochocientos besos.
Tus abuelitos Rosa y Mariano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario