Foto tomada de internet sin ánimo de lucro
Evocación
Te
veo y
los
ojos se me salen.
Te
miro y se me escapa el corazón.
Qué
alegría más frágil
percibir
nuevamente en el espejo
esta
dulzura vieja.
Qué
encogido me siento
ante
al flujo de sangre
que
vuelve entre recuerdos del amor.
¡Oh,
néctares gozosos, sueños,
almíbares
de frutos renacidos!
¡Dioses
y diosas de la piel
y
de la miel! ¡Miradme!
¡Qué
lejos
estoy
de
mi primer abrazo!
¡Qué
lejos
estoy
de
mis primeros besos!
¡Y
qué lejos estoy, qué lejos…
de
florecer de nuevo en primavera!
Mariano Estrada
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