Formada por grandes piedras en uno de los caminos del Charco, Villajoyosa, Alicante.
Dijo Alberti en un poema cantado por Marisol, entre otros:
Háblame del mar, marinero,
dime si es verdad lo que dicen de él.
Desde mi ventana no puedo yo verlo,
desde mi ventana el mar no se ve.
dime si es verdad lo que dicen de él.
Desde mi ventana no puedo yo verlo,
desde mi ventana el mar no se ve.
Pues
bien, tanto Alberti como Marisol tenían que haber venido a mirar por
esta ventana sin aparente finalidad, que es pública y está el alcance de
todos. Es verdad que se trata de una ventana sin ojivas, sin arcos de
carpanel y sin jambas más o menos sofisticadas. Es del tipo de piedra
que brillaba justamente en un poema de Alberti. Piedra por pulir, piedra
doméstica y rugosa, piedra caída por azar en este muro insólito, donde
se ha hecho ventana de noble y milagrosa arquitectura.
Acércate a verla, Marinero, te aseguro que desde ella se ve un mar esplendoroso que no puede describirse con palabras.
Mariano Estrada
Del libro La magia de lo auténtico, una visión lírica de Villajoyosa (2017)
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