Ha muerto Manuel de la Calva
Hace un rato le he trasladado mis condolencias a Ramón
Arcusa, que es la otra mitad del Dúo Dinámico. Un Dúo que, con su canción Resistiré,
nos ayudó a dulcificar los funestos estragos de la pandemia. Manolo y Ramón
llevan cantando juntos 67 años. No es extraño, por tanto, que Ramón se haya
despedido de él en X (twiter) con las siguientes palabras:
Manolo de
la Calva, mi amigo del alma, más que hermano, compañero de cien aventuras y de
mil canciones nos ha dejado hoy. No lloréis por él, no le gustaría. Fue el alma
de Dúo, siempre alegre, optimista, positivo. Cantad con él en esta despedida.
Podíamos enumerar un montón de sus canciones
más conocidas, como Quince años tiene mi amor, Perdóname, Amor
misterioso, El final del verano, Amor amargo, Esos ojitos negros…
Pero seguro que dejaríamos muchas en el tintero. ¡Tienen tantas! Con ellas
hemos bailado, con ellas nos hemos enamorado y divertido y con ellas hemos
llegado hasta aquí, no una, sino varias generaciones.
A Ramón le he pedido que traslade mis
condolencias a Myrna y a los dos hijos de ambos. Myrna es la mujer de Manolo y
el soporte de su vida.
Un fuerte abrazo a Manolo, a su
familia y amigos, a Ramón y Shura y a la gran familia que los ha acompañado
siempre y que hoy queda un poco huérfana.
Mariano Estrada, 26-08-2025
El 4 de diciembre de 2010, para celebrar el 50 aniversario del Dúo Dinámico, yo escribí un artículo que reproduzco aquí:
Conciertos de invierno: “50 años” del Dúo Dinámico
Hace un poco más de tres años se estrenaba en el Teatro Apolo de Madrid el
musical “Quisiera ser”. En principio, parecía que éste iba a ser el broche de
oro con el que el Dúo Dinámico cerraría su dilatado y glorioso transitar por
los bellos, aunque a veces escabrosos, territorios de la música. Pero no ha
sido así, con la celebración del concierto “50 años” se han abierto las puertas
a nuevos escenarios, nuevos hitos, nuevas conquistas.
Y es que el Dúo Dinámico ha
vuelto a instalarse en el proscenio de su famosa canción “Resistiré”, utilizada
por Almodóvar en la escena final de la película Átame, y ha pasado de nuevo el
rubicón de los años, de las generaciones, de la competencia constante y
desaforada. De nada ha valido que su compañía discográfica EMI sacara en el
2004 una recopilación supuestamente “definitiva”, porque ella misma se
contradijo sacando otra colección en el 2005. De nada ha valido que el Musical
“Quisiera ser”, estrenado en el 2007, fuera entendido por todos como la
apoteosis final a una larga carrera marcada por el éxito. Es verdad que ha sido
un broche de oro, como decíamos al principio, pero no un broche de cierre, sino
de suma y sigue, como ha podido verse después.
De nada han valido tampoco los
contratiempos de la enfermedad, que los ha habido, porque han sido felizmente
superados. Ni siquiera la crisis económica, que tanto ha reducido las
actuaciones de nuestros cantantes y grupos musicales por los pueblos y ciudades
de España, ha sido suficiente para arrojar a Manolo y Ramón de este olimpo
musical en el que están instalados desde hace “50 años” por la soberana
voluntad de la gente, que es en definitiva quien paga las entradas de sus
multitudinarios conciertos y quien los aplaude a rabiar en el transcurso de los
mismos. Parodiando a Lope de Vega, podríamos decir que quien lo ha visto lo
sabe y puede dar testimonio.
La celebración de estos “50
años” musicales, en los que ha corrido y corre el caudal de la emoción, del
recuerdo y del reconocimiento, ha vuelto
a insuflarles la íntima energía de la juventud, aquella juventud que en una de
sus canciones más emblemáticas, “Somos jóvenes”, anunciaban que perduraría
mientras alguien quisiera cantar…Canción ciertamente premonitoria, porque somos
incontables los que, con independencia de los años, queremos seguir cantando sus melodiosas
canciones y, sobre todo, que ellos nos
las canten desde la madurez y perfección que han alcanzado sus voces, sus
músicos, su escenificación, sus arreglos, sus instrumentaciones, su saber estar
con el público de una manera sencilla, próxima, íntima, cálida y llana.
Como español y como amante de la
música, yo me siento orgulloso de esta pareja incombustible que durante “50
años” ha desplegado sus canciones por dentro y por fuera de nuestras fronteras.
Y me alegra que en esta celebración gozosamente dorada, a la que llegan sólo
unos pocos privilegiados, nos puedan ofrecer unas cuantas actuaciones de
invierno, es decir, actuaciones que tienen lugar en locales cerrados, en los
que forzosamente el aforo es mucho más reducido que en las plazas de toros o en
los recintos al aire libre habilitados “ad hoc” por los ayuntamientos. Teatros,
auditorios, lugares recoletos que a veces son mágicos y siempre distinguidos,
tanto por la arquitectura que los adorna como por la solera que los recubre o
la calidad de los artistas que pisan sus tablas e impregnan el espacio con su
arte. Léase el Teatro Laboral de Gijón (el pasado día 1 de diciembre), el
Teatro Principal de Alicante (hoy mismo, día 4), el Palau de la Música de
Barcelona (el próximo día 10), o L’Auditori de Barcelona el (próximo día 16).
Por cierto, las localidades se agotan con asombrosa facilidad, lo que viene a
corroborar en cifras lo mucho que los quiere la gente. En Barcelona ya están
agotadas.
Felicidades a Manolo y Ramón,
que son el Dúo Dinámico, y felicidades a todos los miembros de su equipo, que
son un soporte inestimable. El éxito lo doy por descontado.
Mariano Estrada 4-12-2010
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