Rosa, en Muelas, cuando tenía 17 años
Pues veréis, un día ya lejano, que en cierto modo puede ser ayer mismo, se sentó a mi lado una joven de edad bien definida, pero escasa. En años, no más de diecisiete, si es que los años se computan por la tersura de la mirada, que era transparente a la vez que misteriosa. Hablamos durante largos minutos, acaso largos días y semanas, incluso largas centurias. Ya sabéis que cuando uno se enamora el tiempo se funde con la luz y todo se hace presente. Y en un momento concreto de la conversación, que no obstante era finita, me sentí empujado a decir:
- Te amo desde el instante en que te sentaste a mi lado.
Y ella, adornada de una sonrisa subyugadora, me dijo:
- ¿Y antes no?
- ¿Antes? –respondí sorprendido-. ¿Cuándo, si no te conocía?
- ¿Estás seguro? –repuso con aire misterioso-. ¿Acaso no me soñaste antes de ayer, y la semana pasada y la anterior y doce mil noches atrás? ¿Acaso no has estado soñando conmigo durante todos los días de tu vida? ¿O tal vez me he equivocado de hombre?
- No –repuso por mí una voz convencida y convincente-. Soy yo, soy yo... Te conozco desde los presentimientos del amanecer, que están en las proximidades de la eternidad.
Y entonces nos amamos hasta la extenuación, que es el punto exacto en el que los enamorados se detienen para reponer el aliento.
31-05-2006
Del libro Los territorios de la inocencia (2014)Mariano Estrada http://www.mestrada.net/ Paisajes Literarios
Mariano precioso poema.
ResponderEliminarUn abrazo Chabela.
Qué bello canto al amor! Una prosa llena de sentimiento...
ResponderEliminarFelicidades por todo lo que desprendes en esta entrada, Mariano.
Hola, Chabela: me gusta la concisión de tu comentario. Gracias y un abrazo
ResponderEliminarHola, Susi: a los que escribimos poesía, en la prosa se nos suelen notar los ramalazos. Los ramalazos poéticos, claro. Gracias y un fuerte abrazo
ResponderEliminarOh, qué bonito (*_*)
ResponderEliminar¡Oh, qué expresivo!
ResponderEliminarGracias, Lectora Voraz, un abrazo
HERMOSA INTERPRETACION DE UN AMOR PURO NACIDO AL PRINCIPIO DE UN ANHELO, DE UN SUEÑO !!!
ResponderEliminarGracias, Ivonne: te deseo una andadura fructífera en el siempre difícil camino de la literatura. Un abrazo
ResponderEliminarBell'isimo, Sin palabras...!!!!! Soy Sillercita, (la sirena mexicana...)
ResponderEliminarQue bella es tu Rosa, Mariano. Tu inspiracion !
ResponderEliminarTu fan #1 de Mexico
Hola, Sillercita: curiosamente, tengo un poema que se llama así, "Sin palabras". Gracias por el silencio. Un abrazo
ResponderEliminarTienes razón, Sillercita o sirena mexicana: Rosa es casi "la Rosa"...¿Casi? Es la Rosa y media...
ResponderEliminar.
ResponderEliminarEmpiezo a leer y me pregunto:... ¿Ya había leído yo ésto?... ó lo soñaría?...
Mi comentario del 6 de Abril lo confirma, y me dejó nudo en la garganta pero grueso... Qué bella historia la de Rosa y Mariano... pensé, y todavía!!!
Un abrazo por separado para cada uno!!!
Y desde entonces nos amamos hasta la extenuación..... ésto me encanta, y sólo puedo decir qué cuántas parejas han de desear con fuerza ser como ustedes... yo por ejemplo.
ResponderEliminarEs que has leído tantas cosas mías en los últimos tiempos que al final se te acabarçan amontonando en la cabeza y mezclándose las unas con las otras. Menos mal que vas dejando señales en los sitios por los que has pasado...
ResponderEliminarGracias por leer, gracias por todo...
Un fuerrrrte abrazo
Sí, ya ví éstas fotos también, por eso ni te pregunto ´cuándo fueron?...
ResponderEliminarFué en una pasarela de modelaje ... verdad?...
Sí te he leído mucho poeta, me encanta leerte, me dejas? "atolondrada"....
Un abrazo, y las gracias las tengo que dar yo a tí!!!
Sí, en una pasarela, en el hotel Montiboli de Villajoyosa. Rosa tenía 26 años y dos niños, los mismos que ahora. Ha pasado ya mucho tiempo...
ResponderEliminarJaja. Tolondris griposis...
HOLA MARIANO,CÓMO NO VAS A INSPIRARTE EN TUS ESCRITOS ,SI TIENES ESE VERGEL FLORIDO DE TU ROSA.?UNA BELLEZA ,COMO TODO LO QUE ESCRIBES.FELICITACIONES!!!!
ResponderEliminar"El vergel florido de tu Rosa" ¡Qué bonito! Se lo voy a decir a ella, Marisol, que le gustará. Como a mí me gusta. Gracias y un fuerte abrazo
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