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sábado, 22 de mayo de 2010

Poemas a las manos


Foto tomada de internet sin ánimo de lucro

Poemas a las manos

Queridos amigos:

Hace algún tiempo colgué en el Blog de Paisajes Literarios un post titulado “Poesías a la luna”. El título se lo robé a una joven madrileña, llamada Jade, que es miembro del foro “Las nieblas de Avalon”, donde ella lo había colgado con un poema mío. Curiosamente, por aquellos días yo había creado un hilo en el foro “Ábrete libro” bajo el título “Poemas con la luna dentro”, que no es exactamente lo mismo, aunque lo pudiera parecer. En el primer caso, se trataría de juntar, uno tras otro, los poemas que, a lo largo del tiempo, se le han escrito directamente a la luna. En el segundo caso, bastaría con que en un determinado poema hubiera una alusión a la misma.

Idéntica distinción podíamos hacer con las manos, que, en cierto modo, son también lugares comunes para poetas, dibujantes, pintores, escultores, fotógrafos...

Es interesante comprobar la importancia que tienen las manos en la poesía. Yo no era muy consciente de ello hasta que la casualidad me hizo ver que he escrito no pocos poemas en los que las manos tienen una importancia relevante, e incluso esencial, bien como protagonistas indiscutibles, bien como elementos necesarios en el desarrollo de una historia determinada.

Y es que los mortales necesitamos las manos para tantas y tantas cosas…

Por ejemplo:

Para sembrar

Con mano pendular, sincronizada
al ojo, al corazón y a la rodilla,
el hombre desparrama la semilla
del trigo, del centeno o la cebada.

Para hacer tratos:

La mano fue el juramento
de la sangre
para sellar la palabra.
El corazón un testigo insobornable.
La garantía era el alma.

Para abrazar:

Mis manos son dos tenazas
para abrazarte,
pero tu cuerpo es figura
que en la aventura
se parte.

Para iniciarse en el amor:

Poco a poco mi mano
cayó sobre la tuya y ¡zás!
Así llegó el instante
en que tembló la tierra.

Para acariciar:

Yo te ofrezco las manos para
que sean servidumbres de tu piel
y logren con sus dedos la constante
recreación de la caricia.

Para ponerse al servicio de la pasión:

Y te cubro de seda hasta que
el peso de mis manos
estimule los potros de tu piel
y de nuevo la bestia nos exalte.

Para aceptar proposiciones:

¿Te atreves a mirarme,
sentarte junto a mí, tomar mis manos
y darme tu silencio en esta noche infinita?


Poemas a las manos, propiamente:

Serían aquellos en los que las manos se yerguen como protagonistas ¿Las dos? Pues, mira, no, parece ser que las manos no salen siempre juntas. Y hasta puede que, en ocasiones, tenga más fuerza una sola. Pruébalo, si quieres, pegando un puñetazo sobre la mesa.

Dejo aquí un par de representantes. Con licencia para criticar. Y con un abrazo.


Tus manos

No tienen sitio tus manos
entre mis manos.
No tienen sitio.

Porque sus leves temblores
no son de amores,
sino de frío.

Las manos enamoradas
no están calladas.
Hablan a gritos.
Tus manos están vacías
y entre las mías
no tienen sitio.

Del libro El cielo se hizo de amor (1986)


La mano

Se me ha encogido esa mano
que tuve siempre tendida,
pues si la fe no me falta
me va faltando la vida.

Espero con los que esperan
una inminente partida,
sereno, sin hacer sombra
y con la mano encogida.

La mano que estuvo llena
de corazón y caricias,
la que regando las flores
se fue quedando marchita.

De la serie Expresiones propias (Ahora del libro Poeminos de amor (2013)

Mariano Estrada http://www.mestrada.net/ Paisajes Literarios

7 comentarios:

  1. Pero Yo Estoii Buscando Sobre La Utilidad De Mis Manos

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  2. Pues que tengas suerte, Anónimo. Seguro que alguna utilidad tienen y tú sabrás encontrarla.
    Un abrazo

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  3. Excelente Blog de poesías, estimado Mariano. Incluiré el link de tu Blob en la lista de mis Amigos.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Michaelangelo: sabemos que la poesía no va a cambiar el mundo, pero sabemos también que con ella podemos ayudar a que cambie.
    Un abrazo
    Mariano

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  5. Hola Mariano (te llamas como mi abuelo) Fíjate qué casualidad, yo tengo un poema que le escribí a Adriana, mi mano derecha...
    Tu poema de Las Manos, está regio...te mando un abrazo desde México y hasta tu Facebook...

    Lucero Balcázar
    Directora de la Casa del Poeta
    Enrique González Rojo Arthur
    Tel: 82 84 04 75
    lucerobalcazarpoeta.blogspot.com
    lucerobalcazar.artelista.com

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  6. Hola, Lucero: si quieres a tu abuelo, como imagino, seguro que te gusta su nombre. Yo creo que es la persona que lo lleva quien hace al nombre más o menos bonito.
    En principio, Lucero es un nombre bonito.
    Y seguro que el poema que le escribiste a Adriana, tu mano derecha, es bonito también.
    Te mando un fuerte abrazo
    Mariano

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