Ventana ciega, casa familiar, Muelas de los Caballeros. Foto M. Estrada
Esta que veis ahí no es una de las ventanas que mandó cegar Alberti con insistencia en el poema “El ángel envidioso”. Esta es una ventana cegada de la casa familiar, donde yo amé y fui amado de niño. Está situada en Muelas de los Caballeros, Zamora, y ha sido sometida a rehabilitación por parte de mi hermana, que también amó y fue amada de niña. Todos. En esa casa, todos nos quisimos con locura, incluidos los gatos y los perros.
No da a ningún sitio, la ventana. No tiene por qué, solo es un objeto de decoración o de embellecimiento. Es decir, lirismo puro. No todo tiene que tener una utilidad práctica y evidente, hay cosas que solo son útiles para endulzar la vista, que no es poco. En realidad es como una hornacina. O, mejor, como un cuadro, un cuadro formado por un lienzo más o menos rugoso de pizarra de la cantera local, enmarcado por jambas de granito y bordeado por una línea de cielo difícilmente azul, como eran los cielos de Alfonso Grosso. Los adornos son accesorios y coyunturales, pueden estar o no estar, o estar en días festivos, en tardes de pasión o en noches de blanco satén, y también pueden ser estos u otros, más grandes, más pequeños, más redondos, más estilizados y elegantes, dependiendo de que al usuario le guste más El Greco o Murillo.
La ventana, no. La ventana es esencialmente fija, además de ciega ¿Quién dijo que una ciega no puede ser hermosa? ¿Quién dijo que una hermosa no puede ser ventana? Es ventana ciega y hermosa.
Normalmente, las ventanas son transmisoras de luz. Esta, no. Esta es transmisora de belleza y de felicidad y de poesía. Está ahí para eso, para alegrar la vista al usuario sin que éste mire a su través otros paisajes o bellezas, como el monte o el río o los árboles frondosos de la plaza, sino mirándola a ella, mirando su belleza de ventana que no tiene exterior. Por eso está vestida tan guapa, para llamar la atención. Y de verdad que la llama. Cada persona que la visita se va corriendo hacia ella: ¡Vaya, qué cosa más hermosa! No, por favor, no me llames cosa, llámame ventana, soy mujer, soy presumida, soy mujer presumida, soy mujer-ventana presumida… ¿O no ves que estoy viviendo en ti, en la alegría que desprenden tus felices ojos?
Mariano Estrada. Paisajes Literarios
Yo no la veo ciega... supongo que depende con los ojos que se mire como casi todo.
ResponderEliminarSaludines utópicos, Irma.-
Pues es una interpretación, Irma, como si fuera un poema. La ventana-poema. La ventana-mujer-poema.
ResponderEliminarNo seré yo quien contradiga a una mujer, cuyos ojos ven lo que ven y no lo que otros le digan.
Gracias y un abrazo
Hola, Mariano: Siempre me ha resultado un misterio una ventana cegada. Las he visto en muchos lugares, sobre todo en iglesias románicas y mi pregunta es: ¿fué antes ventana abierta al mundo y fue posteriormente clausurada, o fue siempre un simple muro adornado a modo de ventana? He aquí la cuestión.
ResponderEliminar¿Cómo fué la ventana de tu hogar infantil, adorno o ventana?
Un abrazo. Ascensión
Es curiosa esta ventana
ResponderEliminarcon arrebatos de estrella
que queriendo ser distinta
quiso ser ventana ciega
Renunciando a los cristales
que son como lanzaderas
del fisgoneo hacia dentro
y del descaro hacia fuera
nuestra ventana ha logrado
que el mirar se centre en ella
Y ahora, en fin, viene la coda
de metafísica idea
¿Cómo puede una ventana
ser ventana sin su esencia,
sin ser para que otros miren
el mundo a través de ella?
Mariano, yo no lo entiendo
sácame de este dilema
Aunque… hornacina o ventana
cuadro, nicho, hueco o cuenca,
si en su entorno hubo cariño
lo que sea es cosa bella.
Un abrazo. Santos
Hola, Ascensión: una pregunta que yo no sé contestar en toda su amplitud. Sí te puedo decir que la ventana de la foto está hecha así cuando se hizo la rehabilitación, pero procedía de otro lugar de la casa y también estaba cegada. Es más, hay ottras ventanas en la casa que son ciegas. Yo creo que como los muros eran tan anchos y daban para ello, estas ventanas se hacían a modo de alacenas o pequeños armarios. Algunas tenían puertas y mi madre aprovechaba para poner dentro la ropa interior. Había otras ventanas más profundas que no tenían la losa, sino que daban a una cavidad más o menos grande, que se llenaba de objetos.
ResponderEliminarSupongo que en algunos casos serían antes ventanas y luego fueron tapiadas o cegadas por cambios en la dsitribución de la casa...
Es cierto lo de las Iglesias románicas...
Gracias y un abrazo
Mariano, mi Amigo-Poeta.Què hermosa descripciòn de tu ventana; se ve y se siente hermosa.Es ventana ciega y hermosa!!! Es portadora de todo ese amor de locura que vivieron hasta los gatos y los perros que habitaron en esa casa donde ella tambièn, habitò.
ResponderEliminar¡¡¡Sì, es verdaderamente, hermosa!!!. ¡¡¡Yo dirìa que es una ventana testigo de muchìsiiimo amor...¡¡¡Una Ventana con vista al Infinito!!!.
Me encantò, Mariano, leerte, y, como siempre!!!.
Gracias Poeta de los sentires lindos. Un besito.
Hola, Santos: lo quieras o no, has hecho una versión del artículo, pero en verso, que entraña mayores dificultades. Y lo has hecho realmente bien. Mi hermana se va a poner contenta de que su ventana sea objeto de tantas atenciones. Digo mi hermana, porque ella y mi cuñado son los responsables de que la ventana esté ahí. Y son los que realmente la disfrutan.
ResponderEliminarGracias por tan bonito poema.
Un abrazo
Hola, Celina: de todo tu comentario, que es generoso a rabiar, me ha llamado la atención esta frase: "Una ventana con vista al infinito". Solo hay que mirarla, después cerrar los ojos y dejar que vuele la imaginación. Las fantasías no son otra cosa.
ResponderEliminarGracias y un abrazo
Mariano, quién dice que la ventana no deja ver nada? Le veo desbordar amor,por cada lado. Es bella y útil, cuando la miro, me recuerda que la diversidad, no es justificación, para diferenciar lo imperfecto. Todo lo contrario, lo imperfecto es bello, porque nos deja ver más allá de las diferencias.
ResponderEliminarHola, corazón enamorado: la ventana es objetivamente hermosa. Fija y hermosa. Sería también prescindible, sin menoscabo para nosotros, para nuestras primeras necesidades. Pero es útil al espíritu, que lo eleva a través de su propia belleza y de la fantasía que provoca en nuestros ojos. En ese sentido, muchas de las cualidades que se le atribuyan no son de la propia ventana, sino de las personas que la miran. Gracias y un abrazo
ResponderEliminarHola Mariano,el que escribe,que tambien ha nacido en un pueblo,alguna ventana cerrada he visto,evitaba el frio ,nos valia como"despensa",etc.Tenia su encanto.
ResponderEliminarRespecto a que en vuestra casa reinaba mucho amor,y que repercutia en los animales,para mi quiere decir que en esa ,vuestra casa,la gente que la habitaba era muy,muy buena gente.
Un abrazo amigo
Aladino
Hola, Aladino: cuando yo era niño iba mucho con mi padre, que se iba saludando con todo el mundo:
ResponderEliminar-¿Cómo estás, Daniel?
-Muy bien, ya lo estás viendo
-¿Y la familia?
-Pues mira, yo soy el peor...
Pues eso te digo yo a ti, Aladino: "yo soy el peor". Muchas gracias por la interpretación que haces del relato. Un abrazo
Pero que maravillas escribes¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarpepe
Gracias, Pepe, tú sabes bien que un texto adquiere valor y sentido cuando hay alguien que lo lee y lo aprecia. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarSabes, me encanta tu ventana "Esa" precisamente a la que le cantas y envuelves a la familia toda , a los perros y gatos de la casa, lloro, si, recuerdo una ventana que pintamos con mis hermanos en una muralla del patio de atrás.
ResponderEliminarSiento que la vida, siempre trae a mí, lo que necesito, mira nada más, HOY/ AQUI, me dejas ingresar a tu vida y me acercas a la memoria de mi propia vida.
SI, ES MUY HERMOSA TU VENTANA Y AGRADEZCO que me dejes ver , esa preciosa luminosidad que de ella emana y me va alegrando el día.
Saludos, desde Chile
Bienvenido a mi vida
Rossana
Hola, Rossana: tu comentario es realmente conmovedor. Me alegra que esta ventana cegada te haya servido de retrovisor para llevarte a un pasado tan entrañable y con una memoria tan viva.
ResponderEliminarTanto la tuya como la mía son ventanas de amor que llevaremos siempre en el recuerdo.
Gracias y un abrazo