Foto tomada de internet sin ánimo de lucro
Al cerdo de la
corrupción le ha llegado el sanmartín de la verdad
Para el PP de los Bárcenas
y los Gúrteles no debiera ser un
consuelo, y mucho menos una disculpa, el hecho de que en todas partes cuezan
habas, por más que sea verdad que se cuecen. La patata caliente que tiene ahora
en sus manos el PP, no debería quitársela de encima con subterfugios, ambigüedades
o contemplaciones, y menos con frivolidades,
sino clavarle el tenedor de la claridad y trocearla con el cuchillo de
la transparencia, ésa que tanto se han encargado de cacarear en los últimos
tiempos.
Hasta que salga toda la sangre corrompida.
Que no intenten
camelarnos nuevamente con el paripé de las comisiones de investigación,
porque sería una ofensa que acabaría de romper del todo la confianza que nos
pueda quedar, que es más bien poca. Lo
que ahora hay que hacer, y ello con carácter urgente y necesario, es poner las
cartas boca arriba, de manera que sean vistas por todos los ciudadanos, señalar con una cruz bien gorda las de
aquellos que han delinquido y eliminarlas radicalmente de la baraja. Además, la
justicia habrá de imponer los castigos correspondientes, entre los que debe de
estar la restitución de lo robado, así como las penas de cárcel. No importa
cuántos sean, ni quiénes. Lo que importa
es que las manzanas que queden en el cesto no tengan gusano.
Y, por supuesto, habrá que pedir perdón a los españoles.
Ni que decir tiene que este proceso, que debe ser ejemplar,
ha de extenderse a todos y cada uno los casos de corrupción que ahora mismo hay
pendientes de resolver en los tribunales
de justicia o en la antesala de los mismos, sean los Eres del Psoe, sean los Palaus
de CIU, sean las Iteuves de Pujol,
sean los que fueren. Con el patio tan
revuelto, la crisis tan grave y la vida tan difícil, es la única forma que
tienen los partidos de ganarse de nuevo la confianza de la sociedad y el favor
de los electores.
Aunque no sé, tal vez sea ya un poco tarde.
El último que apague la luz.
ResponderEliminarAsí veremos mejor el túnel.
Y podremos divisar la salida.
Sin sus focos cegadores.
Hijos de puta.
Hola, Amado mio: cada día están las cosas más chungas. La salida del túnel aún queda lejos. Ahora tienen que salir los cerdos de las cloacas.
ResponderEliminarUn abrazo