Dani Estrada, 2006
Un llanto sin odio
El frío ha vuelto a ser un latigazo duro
que, con forma de palabra comedida,
hundió en mi corazón la cuchillada
infame
Adiós, placer, voluta lábil,
adiós aspiraciones,
agujas enhebradas para fundar un imperio.
Adiós, sonrisas, blancos abalorios,
¿qué sois ya, sino carámbanos gigantes,
garras
sibilinas o taimada mordedura?
Mujer, conciencia roedora,
depositaria de arcanos asesinos…
Te han crecido los dientes en la noche
y la traición se ha adueñado
de tu dentada encubierta.
Mírame.
Soy el ave abatida, el puro desaliento que,
dolido en el pretérito,
llora en el presente con un llanto sin odio.
Te he perdido y… afligidamente te amo.
Del libro Azumbres de
la noche
Mariano
Estrada www.mestrada.net Paisajes
Literarios
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