Con mi madre, cuando ambos éramos jóvenes
A mi madre, que se fue hace 25 años y sigue ocupando un espacio en mi
alma. Un espacio sereno, apacible, dulce, tierno, indoloro…Un espacio de amor.
…Detrás, en las profundas
alcobas de la casa,
la leña del hogar, el dulce
aditamento de la risa,
la pátina del beso, la amorosa
caricia de una extensa madre...
¿Madre?
¿Quién habita la casa sino el pálido
reflejo
de una triste luna?
Del libro Hojas lentas de otoño
(1997)
HÁLITOS
A María Vázquez
Hálitos llevo conmigo
de los jóvenes inviernos
que llenaban la cocina
de familia, de pucheros.
Hálitos llevo en la sangre,
en los ojos, en los huesos,
de la madre aquella mía
con el huso entre los dedos.
Hálitos tengo oprimidos
que me llevan a los pueblos,
donde ha habido tantos hombres
al calor de tantos fuegos.
Hálitos tengo, vaharadas,
de los gélidos inviernos
y de aquellos padres dulces
que son míos, que son buenos.
A María Vázquez
Hálitos llevo conmigo
de los jóvenes inviernos
que llenaban la cocina
de familia, de pucheros.
Hálitos llevo en la sangre,
en los ojos, en los huesos,
de la madre aquella mía
con el huso entre los dedos.
Hálitos tengo oprimidos
que me llevan a los pueblos,
donde ha habido tantos hombres
al calor de tantos fuegos.
Hálitos tengo, vaharadas,
de los gélidos inviernos
y de aquellos padres dulces
que son míos, que son buenos.
Del libro Mitad de amor,
dos cuartos de querencias (1984)
Mariano Estrada
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