Lidia
Distancias: un poema indultado
Para Lidia,
que ha decretado su indulto
Yo creo que la mayoría de los libros –y desde luego los míos-, tienen sabores de una época determinada. La de “Amores colaterales” está marcada por Mar, que ha recreado todos y cada uno de sus poemas, es decir, un total de cincuenta y uno. Originalmente eran más, pero hubo una rigurosa selección y algunos se fueron directamente al sobrado, donde han permanecido hasta hoy sin emitir mayores protestas ni pedir reaperturas rencorosas del expediente.
Pues bien, he visitado el archivo al que fueron relegados y me he encontrado con uno que acaso merezca el indulto, no porque sea extraordinariamente bueno, sino porque en el libro hay otros que no son mejores.
Se lo he mandado a Mar, naturalmente, que es como la autora del poemario en su versión “imagen y sonido”. Y, por supuesto, su divulgadora más eficaz. También se lo he mandado a Lidia, que ha sido una lectora transparente, una crítica generosa y una amiga ya indispensable.
La lectura de los poemas desechados me ha llevado también a otros recuerdos, como el del foro de Muelas en sus días de gloria y de laurel: Natalia, Ramón, José Miguel, Agustín, Antonia, Joan, Fernando… Y, cómo no, el del día de la presentación, con Ángel Luís Prieto de Paula, Ramón Arcusa, José Luís Ferris y un montón de amigos y familiares.
De ello hace poco tiempo, pero éste ya es ido. Irremediablemente. Sin embargo, será de los que guardemos siempre en la memoria.
Un abrazo
DISTANCIAS
Para Lidia,
que ha decretado su indulto.
Entre nosotros hay
distancias que ni tú ni yo
podemos acortar con nuestros besos.
Promontorios de vida
que rebosan en mí y tú no puedes
sentirlos como propios.
Sueños que no has tenido aún,
llantos que tienen que correr
por tus mejillas,
caricias de otras manos, gozos
que un día sentirás, abrazos
que no son estos míos...
No, no… Escucha:
ni tú ni yo podemos
orillar en el cauce de tus días
tanta ausencia de vida.
Aunque te quiera, amor, aunque me quieras.
Mariano Estrada
Descartado del libro Amores colaterales (2006)
Para Lidia,
que ha decretado su indulto
Yo creo que la mayoría de los libros –y desde luego los míos-, tienen sabores de una época determinada. La de “Amores colaterales” está marcada por Mar, que ha recreado todos y cada uno de sus poemas, es decir, un total de cincuenta y uno. Originalmente eran más, pero hubo una rigurosa selección y algunos se fueron directamente al sobrado, donde han permanecido hasta hoy sin emitir mayores protestas ni pedir reaperturas rencorosas del expediente.
Pues bien, he visitado el archivo al que fueron relegados y me he encontrado con uno que acaso merezca el indulto, no porque sea extraordinariamente bueno, sino porque en el libro hay otros que no son mejores.
Se lo he mandado a Mar, naturalmente, que es como la autora del poemario en su versión “imagen y sonido”. Y, por supuesto, su divulgadora más eficaz. También se lo he mandado a Lidia, que ha sido una lectora transparente, una crítica generosa y una amiga ya indispensable.
La lectura de los poemas desechados me ha llevado también a otros recuerdos, como el del foro de Muelas en sus días de gloria y de laurel: Natalia, Ramón, José Miguel, Agustín, Antonia, Joan, Fernando… Y, cómo no, el del día de la presentación, con Ángel Luís Prieto de Paula, Ramón Arcusa, José Luís Ferris y un montón de amigos y familiares.
De ello hace poco tiempo, pero éste ya es ido. Irremediablemente. Sin embargo, será de los que guardemos siempre en la memoria.
Un abrazo
DISTANCIAS
Para Lidia,
que ha decretado su indulto.
Entre nosotros hay
distancias que ni tú ni yo
podemos acortar con nuestros besos.
Promontorios de vida
que rebosan en mí y tú no puedes
sentirlos como propios.
Sueños que no has tenido aún,
llantos que tienen que correr
por tus mejillas,
caricias de otras manos, gozos
que un día sentirás, abrazos
que no son estos míos...
No, no… Escucha:
ni tú ni yo podemos
orillar en el cauce de tus días
tanta ausencia de vida.
Aunque te quiera, amor, aunque me quieras.
Mariano Estrada
Descartado del libro Amores colaterales (2006)
Hoy, día uno de mayo, es el cumpleaños de Lidia. Felicidades, Lidia, que tengas un día maravilloso. Te mando un beso y un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Marito.
ResponderEliminarMe alegro de haber "indultado" en su día este maravilloso poema. Aunque en Amores Colaterales abundan, éste no les desmerece, al menos en mi opinión. Me llegaron al alma esas distancias que no se pueden acortar con besos, por mucho que te quiera, amor, por mucho que me quieras...
Es tan desolador como bello.
Tú también te has convertido en un amigo ya indispensable para mí, lo sabes.
Un beso y un abrazo mayestático (de mayo... :))
Lidia
Hola, Lidia: de algún modo me maliciaba que escribirías un comentario, como así ha sido. Gracias por elogiar el poema, pero, sobre todo, gracias por concederme ese título de amigo indispensable.
ResponderEliminarEn cuanto al abrazo y al beso, tan mayestáticos son que me han cubierto de flores. No sé si me permitirán respirar a corto plazo.
Menos mal que soy piscis...
Un beso con respiración asistida.
Ups.... patatús patatús patatús....
ResponderEliminarMucho amor ¿no?
He recobrado el conocimiento, pero quedo MUDA.
PD.-
ResponderEliminar¡¡¡Bellísimo el poema!!!
Gracias, Sillercita.
ResponderEliminarSin saber bien por qué, a veces los poemas nos llegan al corazón. Y no por ser mejores o peores, sino por el grado de coincidencia con nuestros sentimientos en un momento de terminado...
Un abrazo
Simplemente bello. Lo que sale del corazón siempre demuestra la belleza del ser humano. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana: la poesía, y especialmente la poesía amorosa, brota siempre del corazón. La intención es que se acerque a la belleza, pero unas veces se acerca más y otras menos.No siempre somos brillantes y mucho menos genios.
ResponderEliminarGracias y un abrazo
Tu poema desborda de sensibilidad en cada linea.
ResponderEliminarUna sensibilidad que posee Lidia al indultarlo.
Hay amores que, no se pueden vivir con la intensidad anhelada.
Preciosas" tu dedicatoria, tu poesia, tu alma.
Un saludo Mariano.
Carmen.M.G
Hola, Carmen: primero Lidia, y luego otras personas, me han hecho recapacitar sobre las bondades de este poema que yo relegué en su día frente a otros cuya calidad no es mayor. Lo cual no ha hecho otra cosa que reafirmarme en la vieja convicción de que un poema, cuando ha salido del horno, ya es de los lectores. Y son ellos los que a menudo lo enriquecen.
ResponderEliminarGracias por tu generoso comentario.
Un abrazo