Foto tomada de internet sin ánimo de lucro
INQUILINOS DE NOCHE
Hubiera dado un cuarto de mi vida
porque una mano tuya me rozara
y el fósforo cayera sobre ti
hasta encenderte los ojos
y quemarme.
Otra llama fue, que no la luna,
la que alumbró mi camino
por la noche ciega.
Y bebí mi rabia a pasos, de farola a farola,
hasta que el cielo dispuso un horizonte
con destellos de día.
Una aurora lenta dinamitó los carbones.
Amanecieron los campos, los árboles, las casas,
los olores pulcros de la leña
y estos ojos míos,
penetrados de vino y mordedura.
Del libro “Azumbres de la noche”
Mariano Estrada http://www.mestrada.net/ Paisajes Literarios
Blog http://paisajes.blogcindario.com/
Poemas recreados: http://groups.google.com/group/paisajes-literarios
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