Foto tomada de internet sin ánimo de lucro
Otoño: hojas de dolor y de gozo
A mis padres
y hermano
Las hojas caen como
lenguas lentísimas de otoño,
y dejan en el barro
sus auroras de luz, sus altas
lunas de incendio y de ceniza.
Por encima del mármol
Por
encima del mármol,
que
responde a la causa del dolor
con
un eterno frío,
sobresale
la íntima
belleza
de este otoño triste.
Y
más que la nutrida humanidad
o
compartido leño
en
que el dolor se envuelve,
me
abruman las calladas
esencias
de esta antigua tierra:
Esas
hojas de roble, esos
tonos
maduros del castaño,
ese
brezo que incuba
esplendores
de miel y colorido,
el
humero feraz
en
que consiste el agua...
A
esas cosas respondo,
porque
esas cosas son, no el mármol,
las
cenizas más nobles
donde
pueda guardarse una memoria.
Reversión
Un
frío intestinal
se
contrapone a esta belleza
de
lenguas vegetales
que
arropan el dolor
con
los colores del otoño.
Rodeando
las lágrimas, un viento
liviano,
casi imperceptible,
agita
el matorral
que
representa a la memoria,
y
arranca de sus cepas
calurosos
tizones de familia.
De
este modo,
los
mármoles recientes se deslíen
en
un vasto recuerdo:
el
de un tronco de lumbres apretadas
que
ha esparcido en los árboles
el beso largo de la leña.
Del libro “Hojas
lentas de otoño”
Mariano
Estrada www.mestrada.net
Paisajes Literarios
QUE BELLO ,MARIANO,ESAS METÁFORAS:CALUROSOS TIZONES DE FAMILIA Y EL BESO LARGO DE LA LEÑA
ResponderEliminarAbrazos poeta!!!
ResponderEliminar""Hojas lentas de Otoño""
ResponderEliminarHojas de dolor y de gozo...
Ay,, es precioso!
Duele...
Hola, Marisol: hay momentos en mi memoria en que la familia es inseparable del fuego. Son momentos de aquellos inviernos rigurosos en los que todos nos reuníamos en torno a la lumbre, en la vieja cocina familiar.
ResponderEliminarGracias y un fuerte abrazo
Hola, Ángela: la existencia del dolor no implica necesariamente la ausencia del gozo, sino que a veces pueden ir de la mano y dejarse sentir al mismo tiempo en el alma. Por ejemplo, en el entierro de mi madre yo estaba sintiendo el dolor de su muerte y el gozo de un paisaje de robles en otoño que me transportaba a la niñez y a la familia y a la vieja cocina de la casa donde había un fuego de leña precisamente de roble.
ResponderEliminarUn abrazo