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Mariano Estrada, en los años setenta |
Desengaño con apaño
El limón hespérico es un libro perdido del que, gracias a algunos
borradores no muy bien entregados a la hoguera, he recuperado una parte. Es ya
un libro viejo, de forma que tal vez lo desempolve para inhumarlo, más o menos
adecuadamente, en un acto de infinita
misericordia.
El poema que les presento –rescatado del dominio de las chilindrinas
(1)-, es del año 1973: una época en la que yo, según deduzco ahora, estaba un
tanto influido por cierta literatura chulesca, no sé fijo de quién. ¿O será de
mis años en Madrid? Además, por entonces rezumaba solterías y libertades, de
modo que casi es un enigma la elección de este asunto de cuernos que, sin duda,
es una ficción basada en la lectura, en los ejemplos graciosos de la vida o en
el ingente comadreo del vecindario. En todo caso, música tocada de oído.