El error de la SGAE y la lotería de Navidad

      Palacio de Longoria, sede de la SGAE en Madrid. Foto tomada de internet sin ánimo de lucro

El error de la SGAE y la lotería de Navidad

El 13 de septiembre del año en curso, se produjo en mi cuenta un curioso ingreso de 22,75 euros en concepto de liquidación de derechos de autor correspondientes al año 2012. Yo llamé a la SGAE para decirles que se habían equivocado, que ese dinero no podía ser mío por la sencilla razón de que...
-La SGAE no se equivoca jamás, amigo -me interrumpió una voz metálica y solemne- Y menos en su contra.
-Oiga, pero...
-No hay pero que valga. Si tiene que reclamar alguna cosa reclámela por escrito.
Y colgó.

Bueno, me dije, pues habrá que hacer algo al respecto. Y esto fue lo que hice. Salí decididamente a la calle, compré un décimo de lotería de Navidad, invité a un amigo a un café, yo tomé otro y, a partir de ahí,  me olvidé del asunto hasta el pasado 22 de diciembre, día en que fui agraciado con los 400.000 euros del gordo navideño.
¿Me queréis creer que me entraron unos terribles cargos de conciencia? Así que llamé a la SGAE para ver si lograba disiparlos. Me atendió una voz metálica y solemne que dio paso a otra mucho más humana y esta me pasó con una tercera que era incluso acariciadora...
-Y dígame -me susurró- Usted compró el décimo con el dinero de la liquidación de los derechos de autor... ¿verdad?
-No, no, yo compré el décimo con 20 euros.
-Claro, claro, pero esos 20 euros provenían del ingreso de 22,75 euros efectuado por la SGAE en concepto de los derechos de autor... ¿O no es así?
-Pues no, no es así, yo compré el décimo con el dinero que tenía en mi bolsillo.

La voz empezó a metalizarse de nuevo:

-Entonces, ¿para qué llama usted, si puede saberse?
-Pues para darles las gracias, simplemente.
-Encima con recochineo, ¿eh? Déjese de coñas, amigo.
-No, no, de veras. Si ese ingreso no se hubiera producido, yo no hubiera comprado la lotería. Así que les estoy muy agradecido por el error.
-¿Error, dice? ¿Quiere decir que no le correspondían esos derechos?
-Eso es justamente lo que digo
-¿Y por qué coños no lo dijo entonces?
-Sí lo dije, sí, pero esa voz metálica y solemne que tienen ustedes al teléfono arguyó que la SGAE no se equivocaba jamás, y menos en su contra.
-Y claro que la SGAE no se equivoca, la que se ha equivocado es la persona que le hizo el ingreso.
-Y la persona que me atendió al teléfono en su día, si así puede llamarse a lo que hizo conmigo. Y usted se está equivocando también, en el tono.
-¿Qué quiere usted, entonces?
-Devolverles los 22,75 euros que me ingresaron por error.
-Esos se los puede meter por donde le quepan.
-De acuerdo, de acuerdo, compraré un nuevo décimo de lotería de Navidad, ya para el año dos mil catorce. Parece que la SGAE da buena suerte. A usted puedo invitarle a tomar un café, yo me tomaré otro y zanjamos definitivamente el error que ustedes han tenido conmigo, aunque fuera a mi favor y aunque la SGAE no se equivoque jamás. Porque, mire, tenía yo mala conciencia  por culpa de ese dinero...

Posdata: hoy es veintiocho de diciembre de 2013

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios