Rosa y Mariano, en Chirles, Marina Baixa, Alicante, 1990
Maldita libertad
Maldita libertad
la de mirarte
con ojo santurrón
y admirativo,
si ver tu corazón
me está prohibido
y estás en
realidad en otra parte.
Yo quiero
libertad para clavarte
cuchillos de
pasión en el oído,
poemas con el
verso corrompido
que puedan en
rigor acorralarte.
Yo quiero
libertad, yo quiero darte
culebras de
mordisco retorcido
y labios y avidez
en el besarte.
Te quiero
provocar un estallido
de pólvora, de
luz, de colorido
y barro
elemental, del que eres arte.
Del libro El cielo se hizo de amor (1986)
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